El caso de la escalada de cargos públicos en casos de corrupción, y que se acercan misteriosamente al presidente del gobierno, no debe extrañarnos en absoluto. Los dos últimos secretarios de organización del PSOE, José Luís Ábalos y Santos Cerdán, están siendo investigados y el último, presuntamente, habría amañado la elección en su día de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE. La presidencia de Pedro Sánchez es la recompensa de ser consejero de Caja Madrid cuando se tuvieron que inyectar 20000 millones de dinero público que se perdieron para siempre. Ahí Pedro estuvo ágil y, a pesar de lo que cuente en su libro “Manual de resistencia” (2019), él sabe, como nosotros, que no son sus dotes, sino el interés y el agradecimiento de los monopolios quien le ha puesto en ese cargo y le ha ayudado a superar las más terribles dificultades para llegar ahí. Ante el escándalo de corrupción, Pedro Sánchez, en el papel de patriota honrado, se presenta afligido y pide perdón a la ciudadanía. Parece que el PSOE haya tenido un recorrido impoluto cuando es el partido de los GAL, los ERES, Filesa y un largo etcétera. El problema no es éste. El problema es que la alternativa para la clase obrera es el PP de la Gürtel, de Lezo, de la Púnica o del marido de Ayuso. Ayer fueron Alfonso Guerra, Felipe González, Dolores de Cospedal como hoy son Cerdán, Laura Borràs o Ábalos. De hecho, quien le pide la dimisión es Alberto Núñez Feijoo, el amigo del narcotraficante Marcial Dorado. Y es que donde se mueve la pasta allí están ellos para las mordidas, el blanqueo, las comisiones y la transferencia de dinero público a empresas privadas. La alternancia política siempre se produce tras dos legislaturas de un mismo partido y, además, son los casos de corrupción los que la provocan. Vemos entonces que las alternativas que tiene la clase obrera son elegir entre una banda de ladrones y una de chorizos. Entonces tenemos que preguntarnos qué es la corrupción en la democracia burguesa.
La corrupción es la forma retributiva de los monopolios a los políticos que defienden sus intereses en esta dictadura del capital que es la democracia burguesa. Es el agradecimiento al desvío de dinero público a empresas privadas que luego son retribuidos mediante mordidas que forman redes de clientelismo y corrupción que podemos observar en el presente, pasado y futuro de todas las organizaciones políticas que participan en el circo parlamentario. Por eso la corrupción es sistémica, endémica y estructural, porque es su fin. Todas las estructuras políticas y los entramados que participan en la democracia burguesa están estructuradas por y para esta función. Los sindicatos amarillos, las fundaciones, las diputaciones, las comunidades autónomas tampoco están exentos y se convierten en parte fundamental de la estructura de favoritismos, corrupción y clientelismo hacia la burguesía.
Para la clase obrera, que es a quién se expolia hacia intereses privados, no hay otra opción que la superación de la democracia burguesa. En el caso español, un sistema que se atrinchera en una Constitución que blinda la unidad del estado fascista español, la economía de mercado y la imposición de la democracia burguesa para mantener los privilegios del estado fascista del 39 con una capa de barniz y cambiando los nombres de las instituciones que lo hacen posible (de Tribunal de Orden Público a Audiencia Nacional, por poner un ejemplo) no podemos esperar nada más que corrupción, represión y violencia organizada. Da igual que monigote pongan en frente y qué quiera contarnos, el resultado se repite de forma cíclica. Un gobierno de turno que tiene a presos políticos de la clase obrera con condenas tan largas que se convierten en cadenas perpetuas encubiertas y que indulta a los que defienden los intereses de la burguesía como en el caso de Puigdemont, Griñán o Zaplana deja claro a los intereses de quien sirve. Vera, Barrionuevo y en un próximo futuro Ábalos y Cerdán se benefician de la figura del indulto lo que tiene que abrir los ojos a la clase obrera para organizarnos bajo la única e indestructible herramienta que tiene la clase obrera para su emancipación, el partido comunista como vanguardia revolucionaria que guía a la clase obrera hacia su emancipación.
Desde el PCOE, hacemos un llamamiento a la clase obrera a no caer en la trampa del miedo y a hacerse conscientes de que bajo el sistema capitalista no nos espera otro escenario que la corrupción, la miseria y la guerra. Por eso, la clase obrera debe llevar una lucha a muerte contra la burguesía si quiere luchar verdaderamente por la paz y su propia supervivencia. Sólo el socialismo, que trae unas relaciones de producción nuevas y que concilian los intereses de la clase obrera mundial con la destrucción de la propiedad privada capitalista, es el método para terminar con la corrupción y todas las secuelas que trae aparejadas. Por eso, dado el grado de violencia y manipulación que nos ofrece el capitalismo para justificar su fines y atropellos, la única solución es el fortalecimiento del PCOE con la adhesión del proletariado revolucionario en sus filas. Ahora, más que nunca, se trata de o ellos o nosotros.
¡Por el derrumbe de la democracia burguesa!
¡Por la construcción del Socialismo!
¡Obrero y estudiante, organízate en el PCOE!
COMISIÓN DE AGITACIÓN Y PROPAGANDA DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)