
Karen Fabián (Sputnik).— Esta semana, el ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, instruyó a sus militares que preparen un plan para desplazar a todos los palestinos de la Franja de Gaza a un campamento en el sur del enclave, según reportes de la prensa local.
Katz dijo a los periodistas que su plan es construir una «ciudad humanitaria» en las ruinas de la ciudad de Rafah, a donde inicialmente pretende expulsar 600.000 palestinos y eventualmente a toda la población de 2,1 millones que habita en el enclave.
El alto funcionario precisó que la idea es desplazar a los palestinos a dicha zona tras un control de seguridad para garantizar que no sean agentes del movimiento Hamás. Además, resaltó que, una vez que estén allí, no se les permitirá salir.
Según Katz, la construcción del campamento comenzará durante el alto el fuego de 60 días que Israel y Hamás están tratando de negociar en Doha, Catar.
Al respecto, el comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (Unrwa), Philippe Lazzarini, consideró que, en realidad, las autoridades israelíes «planean otro desplazamiento masivo del pueblo en Gaza hacia Rafah».
«Esto crearía de facto campos de concentración masivos en la frontera con Egipto para los palestinos desplazados una y otra vez a través de generaciones», sentenció el alto funcionario.
Para el internacionalista colombiano, el plan de Israel es, sin duda alguna, una violación al derecho internacional, empezando por la Resolución 181 de la ONU, que en 1947 legalizó la partición de Palestina en dos Estados, uno árabe y otro judío.
«Estamos partiendo de una violación de una resolución que debería ser de estricto cumplimiento para todas las partes», pondera el experto y agrega que, además, el plan ratifica el «colapso moral» de Occidente y sus instituciones.
Además, el también académico del Instituto de Estudios Europeos (IEE) de la Universidad del Norte, Colombia, considera que Israel pretende «legalizar el concepto de campo de concentración» y homologarlo con la figura del Consejo de Administración Fiduciaria de la ONU, uno de los seis órganos que conforman a las Naciones Unidas.
«Es decir, [cuando fue creado el Consejo] había una colonización y después se va a crear una figura de protectorado, para legalizar esa administración [a cargo de los colonos]. Es básicamente lo que están buscando Israel, Estados Unidos y Europa: legalizar el concepto de campo de concentración», sostiene Galeano.
«Eso nos va a llevar a algo muy claro, que es un apartheid y [su legalización] (…) ante los ojos del mundo, que de hecho ya existe, porque Israel no permite el acceso a educación a salud, ni siquiera permite el acceso a algunas calles de Cisjordania», prosigue.
Por otro lado, el académico destaca que, según las declaraciones de Katz, Israel pretende confinar al pueblo palestino en estos campos de concentración para «separar a Hamás de la población inocente».
Sin embargo, resalta Galeano, «hay que recordar que, para el Gobierno de Netanyahu, en Gaza no hay inocentes y lo dicen así, entonces, es interesante cómo van a distinguirlos».
«Es básicamente una excusa, insisto, para el apartheid y para por fin consolidar la limpieza étnica, cuando ya han utilizado todo lo que el derecho internacional ha prohibido frente al conflicto, porque eso no es una guerra», señala Galeano.
Y recuerda que Israel ya ha utilizado fósforo blanco, el hambre y la sed como arma de guerra sin lograr su intención de derrotar al pueblo palestino. Por lo que, a su consideración, es indudable que Tel Aviv continuará violentando la legalidad internacional.
Horas después de que Israel Katz dio a conocer sus planes a la prensa local, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo desde la Casa Blanca que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, «tiene una visión brillante» sobre el futuro de la Franja de Gaza.
Según él, «se llama libre elección, si la gente quiere quedarse, puede quedarse, puede quedarse, pero si quiere irse, debería poder irse».
«Estamos trabajando estrechamente con Estados Unidos para encontrar países que busquen hacer realidad lo que siempre dicen: que querían dar a los palestinos un futuro mejor», aseguró Netanyahu.
Mientras que Trump aseguró que existe «una gran cooperación de los países vecinos, una gran cooperación de todos y cada uno de ellos, así que algo bueno sucederá».
Las declaraciones de ambos mandatarios son una réplica de las hechas en la visita de Netanyahu a Estados Unidos en febrero de este año, cuando el republicano aseguró que tomaría el control de Gaza para construir la supuesta «Riviera de Oriente Próximo».
En opinión de Galeano, Trump y Netanyahu pretenden hacer pasar por un plan humanitario la intención de llevar a cabo una limpieza étnica en Gaza.
Además, el experto considera que apelar a la supuesta intención de procurar el bienestar del pueblo palestino es una manera de ocultar «esa perversión» que es parte de la «genética perversa y colonial» de Israel.
Por otro lado, el internacionalista sostiene que la propuesta israelí-estadounidense evidencia la incapacidad de ambos países de socavar la moral de los palestinos, toda vez que no los van a poder derrotar militarmente.
«De hecho, en las últimas 48 horas, el Ejército israelí ha recibido unos golpes militares fuertes [por parte de Hamás], con una baja de militares israelíes y varios heridos», pondera el académico.
«Es una manera muy clara de demostrar que al pueblo palestino no lo van a derrotar por la vía militar, por eso necesitan que Occidente apoye una idea humanitaria para sacarlos de su tierra, pero no los han a sacar, al pueblo palestino creo que no lo van a derrotar», añade.