Pepe Escobar.— Nunca subestimemos el tsunami de “análisis” disruptivos y de programación predictiva de los “thinks Yanis” estadounidenses . Ya son parte de la Guerra Híbrida contra China –y de una guerra más amplia contra los BRICS.
Veamos el último informe de 128 páginas del Hudson Institute de Washington titulado, tan proféticamente, China después del comunismo: preparándose para una China post-PCCh .
Tienes todo el derecho a reaccionar como un caballero si dices «¡Ni!», al estilo Monty Python, al enfrentarte a esta absurda estupidez. Pero no te equivoques, se lo toman muy en serio. Los think tanks estadounidenses son maestros en pregonar sueños de cambio de régimen y temores existenciales con años de antelación y, con un detalle insoportable.
Ese es el caso del sórdido informe de RAND sobre la destrucción de Rusia en varios frentes, o del oscuro informe de Brookings sobre el desmembramiento de Persia, en realidad Irán. Ahora le toca el turno al más poderoso del nuevo triángulo Primakov (RIC) de los BRICS: China.
En realidad, están exagerando el efecto de «Enciende mi Fuego», creyendo que «un colapso repentino del régimen chino no es del todo impensable». La idea remontan a la antigua OSS (precursora de la CIA) y sus operaciones en China durante la Segunda Guerra Mundial cuando sugirieron que «las fuerzas de operaciones especiales (FOE) estadounidenses pueden ayudar a estabilizar una China post-PCCh».
Ahora el mediocre sinófobo Gordon Chang aconseja a Washington “sacar a las empresas y ciudadanos estadounidenses de China” y “eliminar” a las “entidades” de Beijing de sectores importantes de la economía estadounidense.
Repite el llamado inevitable a que Estados Unidos “proteja los derechos humanos durante un período de transición” y a una intervención estadounidense “para prevenir la violencia étnica, las guerras civiles y las represalias políticas, con un enfoque especial en las cinco regiones autónomas de China: Guangxi, Xinjiang, Tíbet, Mongolia Interior y Ningxia”. Sí, construyamos un Disneylandia en el Tíbet.
Tras el auge de la revolución de colores/cambio de régimen, la China poscomunista podría establecer una democracia constitucional y redactar una nueva constitución. Todo ello, por supuesto, bajo la supervisión del Imperio del Caos, que definiría la relación de China con Taiwán e incluso el nombre del nuevo país.
El tren de alta velocidad de la internacionalización del yuan
Será divertidísimo observar la reacción de los ciudadanos chinos en Weibo, TikTok y Guancha ante esta benigna operación de demolición. Por supuesto, este documento no puede tomarse en serio como una recomendación de política estratégica. Apenas se puede considerar una operación psicológica de mala calidad o propaganda superficial, con varios doctorados en disonancia cognitiva.
El objetivo no es la opinión pública china, sino masas de estadounidenses semianalfabetos, sometidos a un lavado de cerebro constante sobre la amenaza que representan los malvados comunistas. Y los malvados rusos. Y «los ayatolás».
Hablemos de Choque de Civilizaciones para principiantes.
Propongo como antídoto realista nuestra reciente conversación organizada por Guancha en Shanghai , en la que participaron el profesor Huang Jing, el fundador de Tricontinental, Vijay Prashad, y yo mismo sobre la guerra más amplia del Imperio del Caos contra China y los BRICS.
A esto se suman algunas excelentes observaciones de Miao Yanliang, quien ahora es estratega jefe del banco de inversiones CICC, anteriormente trabajó en la Administración Estatal de Divisas de China (SAFE), parte del Banco Popular de China, y es un gran conocedor del Imperio, ya que obtuvo su doctorado en Princeton.
Miao pronunció recientemente un discurso bastante intrigante en la Universidad de Pekín, publicado como informe de la CICC a principios de junio.
Comencemos con la desdolarización. Miao argumenta que «la construcción de un sistema monetario multipolar requiere coordinación de políticas y flexibilidad cambiaria entre las principales economías emisoras». Ahora, «dos obstáculos clave que antaño limitaron la internacionalización del renminbi —las altas tasas de interés estadounidenses y las persistentes expectativas de depreciación durante períodos de tensión comercial— han comenzado a revertirse».
Traducción: A partir de ahora China tiene un gran número de posibilidades para aprovechar su comercio global y promover la internacionalización del yuan.
Respecto de la capacidad de Estados Unidos para mantener el estatus del dólar como moneda de reserva, Miao señala dos factores: “si Estados Unidos puede seguir liderando la revolución tecnológica”; y “si puede preservar las ventajas de su sistema financiero, como la independencia de la Reserva Federal y las capacidades de autorregulación y corrección de sus mercados financieros”.
Sin embargo, lo que se está acelerando ahora es la fragmentación del sistema monetario internacional. Por lo tanto, cabe esperar un mayor uso del yuan en la liquidación de pagos y como reserva de valor; esto ya está ocurriendo en todos los países BRICS.
Miao señala el factor clave: el yuan es ahora una moneda de bajo interés, mientras que el dólar estadounidense tiene un interés alto. Los aranceles impuestos por Trump 2.0 a todos los países han contribuido a la apreciación del yuan.
Este tren de alta velocidad ya está saliendo de la estación: “Al aprovechar las fortalezas manufactureras de China en sectores como maquinaria, electrónica y equipos de nueva energía”, China está alentando a las naciones BRICS y a sus socios a usar el yuan “para liquidar transacciones comerciales, creando así un ciclo autosostenible” impulsado por la “demanda comercial real”.
Éste es el sistema que esos payasos quieren cambiar.
Ellos nunca aprenden
Bueno, no aprendieron nada de la humillación colectiva de Occidente en la guerra indirecta en Ucrania. Un veterano líder del Estado Profundo, ahora retirado y familiarizado con los días de gloria de la OSS, lo resume todo.
Este es un extracto relevantes de nuestra conversación:
“ Estados Unidos y Europa ya están en guerra con Rusia y la están perdiendo. Estados Unidos tiene 20.000 soldados armados en Europa para enfrentarse a Rusia. Las fuerzas de la OTAN son, en gran medida, producto de la imaginación”.
“Ucrania no es más que un frente en la batalla de Estados Unidos por el control del territorio euroasiático, al estilo de Mackinder. Estados Unidos no puede abastecer a Israel y a Europa al mismo tiempo. Se ha excedido. En cuanto a Europa, no tiene un ejército de importancia y la mayor parte de su equipo es anticuado. Todo es pura fanfarronería”.
Añade: «Los europeos se están dando cuenta de que Estados Unidos tiene un foso a su alrededor, de modo que solo se puede alcanzar con misiles balísticos intercontinentales y submarinos, pero Europa es en sí misma indefendible, ya que los misiles convencionales de corto alcance pueden destruirla. No se necesitan armas nucleares para destruir Europa en un día, sino una lluvia de misiles rusos».
Comparemos ahora eso con el principal negociador ruso en el kabuki de Estambul, el historiador Medinsky, cuando se le preguntó si Moscú teme nuevas sanciones por parte de la UE y los EE.UU.:
“Les puedo asegurar esto. Tras la revolución y la guerra civil de 1920, es necesario hacer otra referencia histórica: no solo sufrimos sanciones, sino un bloqueo diplomático y económico absoluto a la naciente Rusia Soviética por parte de todos. De todos esto no nos impidió ganar la Segunda Guerra Mundial (…) Nada impedirá que Rusia gane ahora. La única pregunta es el precio de la victoria y el tiempo que se necesita para lograrla”.
Esto es algo que nunca asimilará el mundo de los think tanks de Washington D. C., por mucho que los logros tecnológicos –ahora visibles– del plan Made in China 2025 nunca asimilarán.
Una vez más como respuesta entra en escena la fanfarronería, la arrogancia, la obsesión por el cambio de régimen, y cosas peores.
Porque si los asesinos psicópatas de la clase dominante estadounidense finalmente concluyen que no pueden mantener su hegemonía mundial unilateral ni siquiera mediante la guerra, abandonarán para siempre sus apreciados «informes» de think tanks e incluso recurrirán, desesperados, a una opción sansónica.
¿20.000 soldados yanquis en Europa?
Más bien entre 80.000-100.000.