Ese día la Plaza de Tiananmen acogerá a miles de soldados y oficiales con motivo del aniversario 80 de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la agresión japonesa y la derrota del facismo.
El presidente chino, Xi Jinping, atenderá este evento y ofrecerá un discurso enfocado en el mensaje de paz y recuerdo de la historia.
Entre los invitados se encuentran el mandatario de Rusia, Vladimir Putin, el máximo líder de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Jong Un y el presidente de Vietnam, Luong Chuong.
También llegarán a esta capital altos representantes de diferentes naciones, entre ellas de Venezuela, Nicaragua y Brasil, así como altos cargos de instituciones, organizaciones y mecanismos internacionales.
China prepara una parada militar histórica que busca reforzar el significado pacífico y estratégico del Ejército Popular de Liberación, en medio de la reforma integral de las fuerzas armadas y ante un complejo escenario internacional marcado por las transformaciones geopolíticas.
Según China, el desfile tiene como propósito mirar hacia la historia, abrazar la paz y forjar un futuro mejor, al tiempo que muestra un ejército moderno camino a celebrar su centenario dentro de dos años.
Por primera vez, se exhibirán públicamente armas estratégicas terrestres, navales y aéreas, así como sistemas de alta precisión y plataformas no tripuladas, todos de producción nacional y en servicio activo.