
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP) ratificó su rechazo a la escalada militar de Estados Unidos en el Mar Caribe, que incluye el despliegue de buques de guerra y un submarino nuclear.
El comunicado del ALBA refirió que estas maniobras representan una amenaza a la paz y seguridad continental, además de violar la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, adoptada por la CELAC en 2014, y el Tratado de Tlatelolco, que prohíbe las armas nucleares en la región.
“Los países miembros del ALBA-TCP, en ejercicio del derecho a la autodeterminación y en defensa de la paz regional, expresan su más firme rechazo a la reciente escalada militar del Gobierno de los Estados Unidos de América”, indica el texto.

La Alianza exigió el cese inmediato de estas acciones y llamó al respeto de la soberanía e independencia de los Estados de la región.
El ALBA-TCP advirtió que estas maniobras militares comprometen la estabilidad continental y reafirmó su compromiso con la integración, la cooperación y el diálogo pacífico, en apego al Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
“Nuestra América seguirá siendo un territorio de paz, cuyos destinos solo corresponden a sus pueblos, libres de toda injerencia extranjera”, subrayó la Alianza.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) reafirma su compromiso con la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, aprobada en 2014 durante la Cumbre de La Habana, promoviendo la resolución pacífica de conflictos, el respeto al Estado de derecho, el desarme nuclear y los principios del derecho internacional.
Este compromiso busca garantizar la estabilidad y la cooperación regional, fomentando el diálogo entre los países miembros y rechazando el uso o la amenaza de la fuerza, en línea con la Carta de las Naciones Unidas, para consolidar una región libre de intervenciones y conflictos.
El Tratado de Tlatelolco, firmado en 1967 y vigente desde 1969, establece a América Latina y el Caribe como una zona libre de armas nucleares, prohibiendo su desarrollo, posesión y uso en la región. Complementado por la Declaración de la Celac de 2014, este tratado refuerza la no intervención, el respeto a la soberanía nacional, la igualdad de derechos y la autodeterminación, consolidando los esfuerzos de la región por mantener la paz y la seguridad continental frente a cualquier amenaza externa.