La agencia de noticias Safa destacó que ese asentamiento fue construido en terrenos de la localidad palestina de Beit Safafa, ubicada en la periferia de esa urbe.
La ampliación es parte de una política sistemática para judaizar la Ciudad Santa, desplazar a su población autóctona y apoderarse de sus tierras con el fin de acomodar a los colonos e imponer nuevas realidades demográficas y geográficas que buscan borrar la identidad histórica y cultural de Jerusalén, subrayó.
Safa reveló que las autoridades del vecino país confiscaron 40 por ciento de la zona conocida como Khirbet Tabalia para extender la colonia “a expensas de los derechos y las tierras de los residentes”. Recientemente, el experto Fakhri Abu Diab acusó al primer ministro Benjamin Netanyahu de acelerar la judaización de la zona oriental de Jerusalén mientras el mundo mira hacia la Franja de Gaza, donde se reportan más de 64 mil muertos por la agresión en curso.
El gobierno de Netanyahu supervisa directamente la escalada generalizada en esa urbe, que incluye las demoliciones de viviendas, el desplazamiento de residentes y la confiscación de propiedades, alertó el especialista.
También criticó los intentos de imponer una identidad fabricada para borrar la cultura árabe y musulmana de la llamada ciudad santa.
El ejército israelí ocupó la zona oriental de la urbe en 1967 y desde entonces mantiene bajo su control el territorio, pese a que varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU reclaman su retirada.
De hecho, en 1980 las autoridades del país declararon a toda la localidad como su capital eterna e indivisible, una postura rechazada por la comunidad internacional.