
Después de una prolongada campaña de protesta liderada por Acción Palestina contra la planta subsidiaria de producción de armamento israelí Elbit Systems, ubicada en Bristol, Londres, la fábrica cerró definitivamente sus puertas este sábado.
Este centro industrial, considerado un pilar estratégico en la fabricación de drones militares para el ejército israelí, fue objeto de múltiples intervenciones por parte de activistas. En reiteradas ocasiones, el edificio fue ocupado, sus ventanas destruidas y su fachada intervenida, acciones que derivaron en acusaciones infundadas de terrorismo contra los manifestantes, quienes rechazan el genocidio sionista en Gaza, que desde el 7 de octubre de 2023 dejó 64.368 palestinos asesinados y 162.776 heridos.
El cierre ha sido calificado como un acontecimiento de gran trascendencia por Andrew Feinstein, investigador especializado en el comercio global de armas, quien afirmó que “la industria bélica israelí depende en gran medida de esta instalación”.

Como resultado directo de las denuncias y acciones de protesta, las operaciones en el lugar fueron suspendidas. Incluso, durante la visita de un medio de comunicación, se constató que las instalaciones habían quedado completamente desiertas.
Según documentos filtrados, Elbit Systems UK había firmado un contrato de arrendamiento que abarcaba desde 2019 hasta 2024. Además, la empresa reportó una pérdida operativa de aproximadamente 6.16 millones de dólares el año pasado, en contraste con las ganancias de 4.98 millones de dólares obtenidas en 2023.
Debido a esta planta, las muertes en Gaza siguen aumentando. Entre las víctimas se encuentran niños fallecidos por bombardeos aéreos, civiles asesinados mientras solicitaban ayuda humanitaria y familias desplazadas por la expansión territorial israelí, en lo que se considera una de las crisis humanitarias más devastadoras de la región.