
La organización SOLi – Solidaridad Internacional de Puerto Rico, miembro del Consejo Mundial por la Paz, emitió este martes un enérgico comunicado en el que repudia la creciente presencia militar estadounidense en el territorio y las recientes declaraciones de la gobernadora Jenniffer González-Colón, quien calificó a Puerto Rico como “frontera de Estados Unidos en el Caribe”.
Según la entidad, la postura oficial de la mandataria “contribuye a alimentar tensiones que amenazan la paz regional” al respaldar la utilización de la isla como plataforma militar estratégica bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico, y alinearse con las agresiones verbales y diplomáticas de Washington contra países hermanos de América Latina y el Caribe.
El comunicado advierte que la militarización —ya sea mediante programas cívico-militares para la juventud o el despliegue de tropas y buques de guerra— profundiza la subordinación colonial, convierte a Puerto Rico en blanco potencial de conflictos ajenos y refuerza la lógica de guerra que amenaza la estabilidad de la región.
SOLi reafirmó su compromiso con la paz y la integración latinoamericana y caribeña, respaldó las declaraciones de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que definen la región como zona de paz, y denunció los intentos de desestabilización contra Gobiernos soberanos.
La organización llamó a los pueblos del Caribe y de toda América Latina a “mantenerse vigilantes, organizados y solidarios frente a esta ofensiva militarista y mediática”, oponiendo la fuerza de la unidad popular y la construcción de un futuro basado en la paz, la dignidad y la justicia social.
Además de enviar ocho barcos con 1.200 misiles -a los cuales se suma un submarino nuclear-, la semana pasada la Casa Blanca hizo saber su intención de desplegar un grupo de modernos aviones de guerra en el Caribe sur.