Desentrañar la apariencia de las cosas y conocer las causas que están en el origen de todos los acontecimientos socialmente determinantes, -los que condicionan la vida de las personas en su ser social-, exige la capacidad de desenmascarar su materialidad. Solo así se puede conocer en su plenitud, esa realidad que, conforme a los intereses de la clase social dominante, se oculta a los ojos y oídos de quienes, como simples espectadores, la padecen diariamente sin saber porqué.
Para la militancia comunista, este complejo propósito de conocimiento e interpretación de la formación económica y social del capitalismo en su conjunto, no responde a un objetivo teórico o académico, sino que viene marcado por la voluntad de activar, de servir de palanca de la actuación “revolucionaria”, “práctico-crítica”1 de las masas para transformar la realidad conforme a sus intereses de clase.
En consecuencia, la tarea que asumimos como Partido Comunista con este empeño de interpretar y conocer las causas y el fundamento de la barbarie imperialista, no es por disponer de otra concepción ética de las relaciones humanas, diferente e incompatible con las del enemigo de clase, ni tampoco por perseguir la consecución de una serie de medidas dirigidas a modificar algunas de las consecuencias socialmente más indeseables del desarrollo económico y político del capitalismo; en absoluto. Nuestra responsabilidad como organización revolucionaria, siempre será promover los marcos de intervención social y acción política que permita a las masas trabajadoras enfrentar las causas de las injusticias y no solo limar sus peores consecuencias. El objetivo es superarlas de raíz entrando en un nuevo estadio civilizatorio fundamentado en el poder obrero y el Socialismo que, arrinconando definitivamente a la sociedad dividida en clases y basada en la explotación de unas personas por otras, libere la totalidad de capacidades que ya hoy acumula la Humanidad y que se ven constreñidas por las leyes de desarrollo del Capitalismo.
Una actuación que, más allá de proclamarse como necesaria y urgente desde las más diversas tribunas que la denuncian pero poco o nada hacen para articularla, requiere de la existencia de una Vanguardia política capaz de, conforme a un programa y unas consignas tácticas precisas, desarrollar un proceso de acumulación de fuerzas del movimiento obrero y popular dirigido a la toma del Poder.
Razón por la que hoy, cuando la Humanidad se enfrenta a las catastróficas consecuencias de la crisis general del capitalismo, una vez más, reafirmamos la absoluta necesidad de un Partido Comunista cuya actividad partidaria siempre esté orientada a fortalecer y ensanchar la ligazón con las masas2. Unir en un mismo impulso transformador al Partido, como sujeto político de la revolución y vanguardia, con las amplias masas explotadas y oprimidas de la sociedad que, encabezadas por la clase obrera, son el sujeto de la revolución y, consecuentemente, las protagonistas necesarias e insustituibles del imprescindible cambio social por el que luchamos, es la tarea de primer orden que enfrentamos. Sustanciada en el desarrollo del Frente Obrero y Popular por el Socialismo (FOPS), esta posición absolutamente definitoria en la consideración de las alianzas en el sentido de si permiten avanzar hacia ella o no, es la propuesta política sobre la que ir construyendo la tan necesaria y urgente contraofensiva obrera y popular que se requiere a todos los niveles.
Organizar la Resistencia.
Cuando tanta tinta de mercenarios al servicio del poder y bobos con pretensiones de estadista, se usa para desviar las prioridades de la acción socio-política de las masas difuminando su carácter de clase, la tarea prioritaria es recuperar la centralidad del movimiento obrero e impulsar su capacidad de movilización desde posiciones de clase enfrentadas al sindicalismo del pacto social.
Un impulso que necesariamente tiene que situarse en coordenadas internacionalistas enfrentadas a la guerra imperialista y en defensa de la Paz, para no caer en la trampa del chovinismo y el oportunismo economicista 3 que enfrentando a la clase obrera la pone bajo los pies del Capital y la aleja de cualquier práctica de transformación social.
En este sentido, como tarea inmediata de los sectores más conscientes y avanzados del movimiento obrero y popular, debe estar el generar iniciativas que vinculen de forma efectiva el movimiento sindical con la lucha en solidaridad con Palestina y con el movimiento contra la guerra imperialista, la OTAN y las bases. Para este objetivo, la militancia del PCPE habrá de desarrollar una acción comunista concreta en los sindicatos, comités de empresa y secciones sindicales de forma coordinada con la intervención que se realiza en las diversas estructuras antiimperialistas en las que participamos llevando la denuncia de la guerra imperialista, los gastos militares y el genocidio contra el pueblo palestino al seno de las organizaciones del movimiento obrero y sindical.
En lo concreto de la lucha en solidaridad con Palestina, hay que trabajar a todos los niveles e instancias posibles, con el doble propósito del inmediato cierre de todos los puertos al transporte de cualquier mercancía hacia la entidad sionista y la convocatoria de una Huelga General mundial por el fin del genocidio en Gaza.
Para la consecución de este objetivo que debe formar parte de toda una dinámica creciente de acciones cada vez más firmes e inasumibles por el Sistema, es imprescindible que el máximo de organizaciones sindicales y colectivos de trabajadores, pidan formalmente a la dirección de la Federación Sindical Mundial (FSM) que expresamente traslade esta iniciativa al resto de confederaciones sindicales internacionales para que durante el mes de Octubre de 2025 esta convocatoria sea una realidad y forme parte ya de la agenda de movilización en contra del genocidio y a favor de la Resistencia palestina.
De este llamamiento a la FSM, el PCPE hará partícipe al conjunto de partidos comunistas y organizaciones revolucionarias, consciente de la importancia de esta acción conjunta para el avance, no solo hacia la Internacional Comunista, sino para sentar las bases del más que necesario Frente Mundial Antiimperialista (FMA)
Un Partido para la Revolución. Tu Partido
El PCPE es un Partido que, consciente de las exigencias del momento histórico y dispuesto a asumir las responsabilidades que de él se derivan, precisa del compromiso militante de todos los y las comunistas dispuestas a cumplir con esta tarea crucial.
A contracorriente de los tiempos de reacción impuestos por las necesidades del capitalismo agónico para tratar de sobreponerse a su crisis, pero conocedores de que la primera responsabilidad de un comunista es organizarse y militar en el Partido Comunista, llamamos a todos los y las camaradas a dar el paso adelante necesario de organizarse y asumir la disciplina del colectivo sabiéndose parte de un torrente infinito de capacidades que se forjan y multiplican mediante la organicidad propia de un Partido de Nuevo Tipo Leninista y que , fuera de él, pierden toda su fuerza y se neutralizan allanándo el camino al desarrollo de la barbarie imperialista. No hay otra manera de hacerlo, ¡esta es tu trinchera y ahora es el momento!
Unidad y Lucha (Editorial Septiembre)
1 Cursiva, corresponde a parte de la Tesis 1 de las Tesis sobre Feuerbach.
2 Cursiva, corresponde al prólogo del libro de Lenin, Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática
3 Cabe denunciar las declaraciones del dirigente de la Corriente Sindical de Izquierdas felicitándose por la conversión dels taller de Duro Felguera en Gijón como fábrica de tanques de Indra.