
Según el último informe oficial de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad que se propaga rápidamente a través del agua contaminada, incrementó tanto el número de contagios como de muertes, a pesar de la existencia de tratamientos y vacunas eficaces.
El documento detalla que 60 países reportaron casos en el último año, un aumento significativo en comparación con los 45 de 2023. De estos, 12 naciones registraron más de 10.000 casos cada una, y siete experimentaron brotes importantes por primera vez, evidenciando una preocupante expansión geográfica de la enfermedad.
La carga más pesada de la enfermedad se concentra en África, Oriente Medio y Asia, regiones que en conjunto representan el 98 por ciento de todos los casos notificados a nivel mundial. En comparación con el año anterior, las cifras son dramáticas. Los casos de cólera aumentaron un cinco por ciento, mientras que las muertes se dispararon un 50 por ciento, resultando en más de 6.000 fallecidos. La OMS subraya que estas cifras probablemente subestiman la verdadera magnitud del problema debido a la falta de reportes completos.
De acuerdo con la Organización de la Salud, las causas principales de la propagación de esta enfermedad son los conflictos armados, el cambio climático, el desplazamiento masivo de poblaciones y las deficiencias crónicas en las infraestructuras de agua, saneamiento e higiene. Estos factores crean un entorno ideal para la proliferación de la bacteria Vibrio cholerae.
Para combatir la crisis, la OMS insta a Gobiernos y comunidades del mundo a tomar medidas urgentes. Es fundamental garantizar el acceso a agua potable, mejorar las instalaciones de higiene, y proporcionar información precisa para la prevención. Además, se requiere una mayor inversión en la producción de vacunas y en sistemas de vigilancia y diagnóstico para responder de manera más efectiva a los brotes.