De acuerdo al trabajo, realizado en base a entrevistas realizadas entre el 18 y 19 de septiembre, el 62% de los alemanes están insatisfechos con su gestión como primer ministro, pese a haber iniciados sus funciones apenas en mayo.
En tanto, apenas el 26% de los consultados dijeron que aprobaban su desempeño, a la vez que un 18% no tiene una opinión definida.
Pero la impopularidad no se limita al canciller. La tasa de insatisfacción con la coalición gobernante, formada por la Unión Demócrata Cristiana/Unión Social Cristiana (CDU/CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD), registró un 63% en el mismo sondeo.
El Gobierno de coalición, que llegó al poder tras unas elecciones que mostraron un panorama atomizado entre las principales fuerzas políticas, ha sido criticado por enfocarse en conflictos internacionales y respaldar a los Gobiernos en Israel y Ucrania, en lugar de abordar problemas domésticos como el imparable aumento del costo de vida, los precios de la energía y el acceso a la vivienda, entre otros temas apremiantes.