
El presidente transitorio de Níger, general Abdourahamane Tiani, realizó este martes una visita oficial a Bamako, donde fue recibido con honores militares por su homólogo maliense, el general Assimi Goïta, jefe de Estado y actual presidente de la Confederación de Estados del Sahel (CES).
El encuentro, que combinó una reunión privada y conversaciones ampliadas con los ministros de Defensa y Finanzas de ambos países, subrayó la voluntad de reforzar la solidaridad y la cooperación de este bloque regional integrado también por Burkina Faso.
Durante la agenda, los mandatarios abordaron los ejes centrales de la confederación: la seguridad, la cooperación económica, la diplomacia conjunta y la implementación de proyectos estratégicos, entre ellos la fuerza militar conjunta con sede en Niamey, ya operativa, y el Banco Confederal de Inversión y Desarrollo, cuya sede será inaugurada en Bamako. La reunión fue presentada como un verdadero “encuentro de trabajo estratégico”, con un fuerte componente político: reafirmar la unidad del bloque frente a las presiones externas y dar confianza a sus poblaciones.

La visita de Tiani evocó los orígenes de la CES, marcada por el derrocamiento de Mohamed Bazoum en 2023 y la amenaza de intervención militar de la CEDEAO. En aquel momento, Malí y Burkina Faso anunciaron públicamente que defenderían a Níger, incluso al precio de una guerra, lo que cimentó una hermandad considerada como un “pacto de sangre” entre los tres países.
De esa solidaridad surgió la Alianza de Estados del Sahel en septiembre de 2023, que evolucionó en 2024 hacia la actual Confederación, con estructuras permanentes y tres pilares fundamentales: seguridad, diplomacia y desarrollo.

Goïta y Tiani insistieron en que el destino del Sahel ya no se decide en capitales extranjeras como París, Abuja o Nueva York, sino en Bamako, Niamey y Uagadugú, en lo que observadores internacionales describen como el nacimiento de una “nueva geopolítica saheliana”.
Uno de los ejes más destacados fue el fortalecimiento de la fuerza conjunta, concebida como una respuesta autónoma a la amenaza terrorista y como un símbolo de soberanía regional. “Ya no queremos delegar nuestra seguridad en otros ni depender de fuerzas externas con agendas poco claras”, subrayó Tiani, en alusión al repliegue de tropas francesas y europeas desde 2022.
La CES también busca proyectar una voz común en los foros internacionales, defendiendo posiciones conjuntas en la ONU y otros espacios multilaterales. En el plano económico, el futuro Banco Confederal busca financiar proyectos de infraestructura, energía, agricultura y educación, reduciendo la dependencia de los donantes tradicionales acusados de imponer condiciones restrictivas.

Tras la escala en Bamako, Tiani continuará su gira hacia Uagadugú, donde se reunirá con el capitán Ibrahim Traoré, presidente de Burkina Faso, consolidando así el eje Niamey-Bamako-Uagadugú. Los tres Gobiernos destacan que la confederación no es un pacto temporal, sino una arquitectura política y económica en desarrollo, basada en la soberanía y en la voluntad de sus pueblos.