El líder del Movimiento Ansarulá de Yemen, Sayyed Abdulmalik Badreddin Al-Huzí, declaró que «el enemigo israelí, a pesar de casi dos años de agresión, continúa su genocidio contra el pueblo palestino, contando con el apoyo estadounidense y la significativa inacción de algunos regímenes árabes e islámicos».
En un discurso sobre los últimos acontecimientos de la agresión israelí a la Franja de Gaza y los acontecimientos regionales e internacionales relacionados con la causa palestina, Sayyed Al-Huzí añadió que «Israel utiliza la hambruna como método de genocidio, continúa destruyendo edificios y viviendas, busca evacuar completamente barrios residenciales y continúa desplazando a los residentes a zonas inseguras».
Sayyed Al-Huzí enfatizó que los niños palestinos están siendo sometidos a asesinatos, hambruna y bombardeos israelíes, mientras que el enemigo se jacta de atacar a mujeres y niños con métodos brutales y despreciables.
Al-Huzí señaló que “ignorar lo que sucede en Gaza representa una negación de la humanidad, y que monitorear los acontecimientos es necesario para comprender la importancia de la posición y las responsabilidades que recaen sobre la nación”. Señaló que “los antecedentes de los criminales sionistas se basan en premisas ideológicas, mientras que las violaciones sionistas de la mezquita de Al-Aqsa y Cisjordania continúan, incluyendo ataques a beduinos y desplazamientos de campamentos, secuestros y torturas de prisioneros, e intentos de legalizar su asesinato”.
Al-Huzí abordó el plan estadounidense-israelí de Trump, enfatizando que busca desarmar a la resistencia y expulsar a los muyahidines de Gaza, al tiempo que transforma la Franja en una zona violada y se niega a reconocer los derechos palestinos ni un Estado palestino. Señaló que el anuncio estadounidense se produjo tras la indignación mundial por la brutalidad israelí y busca servir directamente a la ocupación israelí. Añadió que “el pueblo palestino y su resistencia, con todas sus facciones, se adhieren a sus principios fundamentales y derechos legítimos, y que cualquier presión árabe o islámica para restringir la resistencia o las armas palestinas se considera traición y un servicio al enemigo”.
Enfatizó que los muyahidines en Gaza continúan sus heroicas operaciones a pesar del prolongado asedio y la agresión, y que la conmemoración en el Líbano del martirio de Sayyed Hasan Nasralá (que Dios esté complacido con él) fue honorable, y que la base popular ha demostrado su firmeza y lealtad a la resistencia.
Señaló que “la agresión israelí en el sur de Siria busca consolidar el control, y que algunas prácticas, como tocar la trompeta en una sinagoga de Damasco, son indicativas del alcance de la infiltración sionista”. También elogió las posturas internacionales de apoyo a los palestinos, como la del presidente colombiano y las medidas adoptadas por algunos países europeos, así como el éxito de los trabajadores y sindicatos italianos al impedir el envío de combustible a Israel. Enfatizó la importancia de la continua solidaridad popular, incluyendo los intentos de romper el asedio a Gaza mediante la Flotilla Global Sumud, a pesar de los ataques de la ocupación y la detención de activistas.
También se refirió a las operaciones de apoyo desde Yemen en el marco de la “Victoria Prometida”. Durante la semana pasada, el frente yemení llevó a cabo 18 operaciones, incluyendo misiles y drones, contra objetivos israelíes, incluyendo aquellos en el interior de Palestina y en el mar. Estas operaciones interrumpieron el movimiento de buques enemigos e impactaron la economía israelí, destacando su importancia estratégica en el Mar Rojo y el Golfo de Adén.
Al-Huzí concluyó su discurso afirmando que la postura de su pueblo de apoyar a Palestina y oponerse a la agresión israelí es una postura sagrada en el marco de las instrucciones y la guía de Dios, basada en grandes principios y responsabilidad. Enfatizó que todos los sacrificios y sufrimientos son contabilizados por Dios, y que la verdadera pérdida proviene de la rendición o cooperación con el enemigo, mientras que las verdaderas ganancias provienen de la firmeza en la adhesión a los derechos, principios y posiciones basadas en la fe.
