Blanca Rivas (Unidad y Lucha).— Hoy evocamos la corta vida y ejemplar dedicación a la lucha por la libertad y por la causa palestina de una joven militante de Nablús (Cisjordania). Se llamaba Shadia Abu Ghazaleh, nació en 1949 y murió a los 19 años, como consecuencia de un doloroso accidente en su domicilio, cuando manipulaba explosivos para uso militar en la resistencia armada de su pueblo.
Shadia se convirtió así en un icono de la resistencia y la liberación. Había iniciado su militancia en el Movimiento Nacionalista Árabe de George Habash en la década de los 60, siendo casi una niña, y en 1967 fue una de las fundadoras del Frente Popular para la Liberación de Palestina . Con pocos años se mudó a El Cairo y estudió durante un año sociología y psicología, pero pronto regresó a Palestina, contra los deseos de su familia que no quería para su hija un entorno de destrucción, persecución y guerra.
En aquellos años, la sociedad palestina era muy tradicional, pero la joven militante, desafiando las exigencias sociales y las imposiciones de género que imperaban en aquel momento, además de ser una de las primeras mujeres que participaron en la resistencia militar, también dirigió operaciones armadas contra Israel, encabezando unidades militares de mujeres y demostrando a su pueblo que mujeres jóvenes como ella también podían ejercer el liderazgo en la lucha armada, en un ámbito mayoritariamente masculinizado.
Abu Ghazaleh concebía la educación como una parte fundamental de la lucha política e ideológica y una herramienta indispensable para la liberación de su pueblo y la revolución, de hecho en Gaza dos escuelas llevan su nombre. El nombre de Shadia es un modelo a seguir para las jóvenes palestinas y para todo su pueblo.
Una de las escuelas que llevan su nombre fue masacrada por las fuerzas de ocupación israelies que en su política criminal y genocida para acabar con la vida del pueblo palestino aniquila hospitales y escuelas, provocando la trágica muerte de muchos niños y niñas.
La noticia de la muerte de Shadía congregó a miles de personas que acompañaron su cuerpo cubierto con la bandera palestina y expresaron su duelo en una formidable manifestación política, coreando consignas en su honor y en defensa de la resistencia contra el invasor sionista.
Shadia Abu Ghazaleh sacrificó su vida por la causa palestina y desde el mismo instante de su muerte es considerada mártir nacional y símbolo inspirador para la resistencia.