
El primer viaje comercial de contenedores entre China y Europa por medio de la Ruta Marítima del Norte, que transcurre por la costa ártica de Rusia, fue completado con éxito.
Un buque que transportaba casi 25.000 toneladas de contenedores llegó este lunes al puerto británico de Felixstowe luego de partir el 23 de septiembre de la terminal china de Ningbo-Zhoushan, en la provincia oriental de Zhejiang. «El viaje por el Ártico ruso duró 20 días, casi la mitad del tiempo que tomaría por las rutas tradicionales del sur«, indicó la corporación nuclear estatal rusa Rosatom, administradora de la vía y cuya empresa Glavsevmorput proporcionó apoyo de navegación al buque a lo largo del trayecto.
En ese sentido, Vladímir Panov, representante especial de Rosatom para el desarrollo del Ártico, destacó que la infraestructura se está desarrollando rápidamente para convertirse en una ruta logística global viable y eficiente. Ello se debe al desarrollo de tecnologías avanzadas, la construcción de rompehielos nucleares de última generación y el creciente interés de los transportistas internacionales, destacó.
¿Qué es la Ruta Marítima del Norte?
Es la vía marítima más corta entre la parte europea de Rusia y el Lejano Oriente, así como la principal arteria de comunicación en el Ártico ruso. Esta ruta bordea la costa norte de Rusia a través de los mares del océano Ártico a lo largo de 5.600 kilómetros, desde el estrecho de Kara hasta la bahía de Providéniya.
La Ruta Marítima del Norte ha visto un aumento en el tráfico de mercancías de casi diez veces en la última década, alcanzando los 38 millones de toneladas. Se estima que, para 2030, este volumen podría elevarse a entre 70 y 100 millones de toneladas.
En agosto, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, observó que muchas naciones tienen interés en usar la vía marítima. «Es nuestra ventaja competitiva. Y, por supuesto, sería una tontería de nuestra parte no desarrollar esta ruta, ya que muchos países del mundo están interesados en usarla», sostuvo.
La duración del mencionado viaje fue significativamente menor que el del ferrocarril de mercancías China-Europa (unos 25 días), la ruta del canal de Suez (unos 40 días) y la ruta del cabo de Buena Esperanza, que bordea el continente africano (unos 50 días).