

Se prepara una nueva ronda de manifestaciones «No Kings» para en decenas de ciudades de Estados Unidos, en respuesta a la frustración por el cierre gubernamental y la oposición a la represión militar del presidente Donald Trump en urbes administradas por demócratas.
Se han planificado más de 2.500 eventos en los 50 estados del país, señalaron a Axios los organizadores de la convocatoria. Los grupos participantes incluyen la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, la Federación Estadounidense de Maestros, 50501, la Campaña de Derechos Humanos, Indivisible y MoveOn.
Estas acciones continúan las protestas del 14 de junio, calificada por organizadores como la «mayor protesta de un solo día contra el presidente Trump durante su segundo mandato». Más de una docena de eventos «No Kings» iniciarán en el área de Chicago este sábado, extendiéndose a todo el país.
Los organizadores nacionales anticipan una mayor participación y recomiendan sesiones virtuales de preparación, incluyendo una a las 6 p. m. del miércoles para temas de seguridad y distensión.

Estos eventos se enmarcan en un contexto de detenciones controvertidas por parte del ICE y amenazas de desplegar tropas de la Guardia Nacional Federal en las calles.
La ola de manifestaciones refleja la creciente resistencia a las políticas de la administración Trump, con foco en ciudades como Chicago y Richmond. Los participantes buscan visibilizar la oposición al uso de fuerza militar en protestas pacíficas y al impacto del cierre gubernamental en la población.
La directora del Centro de Trabajadores Unidos, Mara Guajardo, afirmó: “Tal vez cambiemos la táctica, pero vamos a reagruparnos y saldremos nuevamente a la calle a protestar”.
El martes, agentes del ICE reprimieron a manifestantes con gases lacrimógenos en el sureste de la ciudad, tras un accidente automovilístico causado por estos agentes. “El ICE, junto con otros agentes federales, aterrorizó a comerciantes, trabajadores y residentes”, señaló Guajardo.
Oscar Franco, abogado del centro, denunció que “una multitud de vecinos, adolescentes y niños fue víctima de la creciente agresión” del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) contra comunidades latinas, inmigrantes y negras.
“Nuestras comunidades se han convertido en una zona de guerra”, agregó. Las manifestaciones buscan rechazar el uso de fuerza contra protestas pacíficas y el impacto del cierre gubernamental.