Tras el 7 de octubre criminalizaron a la resistencia Palestina comprando el discurso colonialista. Después divulgaron la propaganda de los dos estados que legitima al sionismo.
Cuando la historia se les ha ido de las manos, cuando la calle les ha superado en discurso y ganas, cuando vieron a 50.000 personas manifestándose en Iruñea fuera de sus cauces burocráticos, se pusieron nerviosos y aceleraron las habituales maniobras de sabotaje y manipulación.
Primero boicotearon la opción de una Huelga General combativa en Euskal Herria contra el sionismo, convocando LAB a espaldas de la calle, de los sindicatos y de las plataformas populares vascas un paro simbólico y estatal de la mano de CCOO y UGT.
Como les salió gratis lo de frenar la calle convocando primero, han intentado repetir jugada con el partido de Euskal Herria-Palestina.
Sin contar con las hinchadas o con las plataformas populares vuelven a usar toda su maquinaria para convocar primero y chantajear después a todo el mundo. Y a sabiendas de que la calle no se iba a subordinar por segunda vez, ya tenían preparada la maniobra de acoso y derribo.
Difamaciones sobre contraprogramación y división cuando son ellos quienes convocan despóticamente sin contar con nadie, acusaciones de dejar de lado la oficialidad de la selección cuando saben que este va a ser un tema central de la movilización y de todo el partido, etc.
Para Sortu y sus estructuras esto no tiene que ver con Palestina, sino con su capacidad para controlar la calle, los centros de trabajo, etc. que está siendo erosionada, y demuestran que están dispuestos a dinamitar la unidad y la opción de la gran movilización para evitarlo.
Euskal Herria podría ser vanguardia contra el sionismo a nivel de Europa y foco de combate contra las bases coloniales en su propio centro, y en su lugar tenemos blanqueamiento del sionismo, despolitización del conflicto Palestino y canalización de la lucha hacia el ong-ismo.
Aquí tenemos la obligación de clase de actuar contra el sionismo de raíz. Salir a la calle con banderas palestinas o ponerlas en los balcones sirve de poco si no actuamos contra las mismas bases morales, económicas y políticas del estado colonial, que se encuentran aquí.
La oleada de descontento internacional con la intensificación del genocidio del pueblo Palestino abre una ventana de oportunidad única para deslegitimar por completo a nivel internacional el proyecto sionista. En Euskal Herria esta opción ya es mayoritaria incluso en las bases de Sortu.
Pero la dirección pretende quedarse mirando como las vacas al tren y trabajar por rebajar la mentalidad política de Euskal Herria a nivel del programa de Macron o Borrell. De hecho lo hace conscientemente, porque quieren a EH Bildu en el orden estatal del imperialismo occidental.
Ahora mismo luchar por Palestina solo puede ser luchar estratégicamente contra Israel. Una movilización apolítica por palestina es una oportunidad perdida para aparecer como pueblo contra la legitimidad del sionismo y apoyar incondicionalmente el derecho a la resistencia.
Esa es la manifestación que necesitamos, y es lo que muchos queremos que los Palestinos sientan, el apoyo incondicional a la legitimidad de su resistencia.
Si es unitaria y masiva, mucho mejor. Pero no nos vamos a plegar a quienes pretenden frenar la calle por segunda vez.


