
Durante un acto a bordo de una embarcación por el Lago de Managua (Xolotlan) los presentes recordaron las cualidades revolucionarias del legendario combatiente, uno de los más importantes jefes rebeldes en la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista (1956-1958).
La embajadora de Cuba, Iliana Fonseca, al intervenir en la ceremonia expresó que Camilo fue la encarnación viva del pueblo cubano y su alegría contagiosa, su fe en la victoria y amor por los humildes, lo convirtieron en un símbolo inmortal.

“Vive en cada joven que defiende su país con decoro; en cada médico cubano que lleva salud a los rincones más humildes del mundo; en cada maestro, en cada obrero, en cada campesino, en cada persona que ama a Cuba sin importar nacionalidad”, subrayó.
La diplomática añadió que el héroe cubano también está presente en la amistad profunda entre la nación caribeña y Nicaragua, “pueblos hermanos forjados en la misma esperanza, bajo los mismos principios de soberanía y solidaridad”.
“Así como el viento llevó su sombrero al mar, su ejemplo viajó más allá de las costas cubanas para inspirar a muchos revolucionarios de otras latitudes”, argumentó.
Fonseca instó a ser fieles al legado del Señor de la Vanguardia porque Camilo -dijo- no desapareció, sino que está en el aire libre de nuestras patrias, en la sonrisa de los pueblos dignos, en la lealtad infinita de quienes no se rinden.
“Y mientras exista un cubano, un nicaragüense o un latinoamericano dispuesto a luchar por la justicia, Camilo seguirá viviendo”, manifestó.

La diputada nicaragüense Indiana López resaltó la vigencia y cualidades de Camilo y afirmó que a 66 años de su desaparición física, su ejemplo continúa guiando a los pueblos que defienden la soberanía y autodeterminación.
Como parte de la ceremonia, la joven Evelyn González declamó el poema “Tránsito Inmortal”, de Juan Antonio Ripoll, mientras Diana Rosa Suárez interpretó “Camilo no ha muerto” de Jesús Orta Ruiz (el Indio Naborí).

Desde la platea de la embarcación que llegó hasta lo más profundo del Xolotlán, los asistentes cumplieron con la tradicional ceremonia de arrojar flores para recordar la vida y obra de Camilo Cienfuegos.

