Miguel Ángel Rojas (Unidad y Lucha).— Cervantes sin duda es un clásico de la literatura universal, una literatura universal muy entre comillas porque se reduce al hemisferio occidental, debido a su expansión a la hora de esquilmar el planeta y a imponer una visión única del mundo según el eurocentrismo y la anglosfera. Hablamos de la hegemonía imperialista occidental.
Evidentemente, el legado de Cervantes tiene una relevancia de dimensiones siderales. En este momento Amenábar ha impulsado la película El cautivo, donde da rienda suelta a la especulación fantasiosa, film que coincide con el lanzamiento del libro de Muñoz Molina titulado El verano de Cervantes, una especie de aproximación a Cervantes a través de un relicario de memoria sentimental de su lectura cervantina.
Frente a la especulación sentimental y la especulación fantasiosa, especulaciones panfletarias pequeñoburguesas y oportunistas de garrafa, basadas en un egotismo arrogante de poca monta, hay que recuperar el legado extraordinario del maestro de maestros, hablamos de Juan Carlos Rodríguez, quien dirigiera la Cátedra Federico García Lorca de la Universidad de Granada. La obra juancarliana aporta todo el armazón teórico marxista para el análisis de la ideología dominante burguesa. Su obra es imprescindible para el análisis marxista de las obras literarias, las denominadas obras de arte y también las excrecencias ideológicas burguesas y pequeñoburguesas.
Cervantes había sido estudiado en el marco de la historiografía burguesa por Américo Castro, Leo Spitzer y Bataillon como sus máximos exponentes de la historiografía tradicional. No hay que olvidar a los exégetas del Quijote: Unamuno, Azorín y Ortega.
Si pretendemos acercarnos a Cervantes y especialmente al Quijote sobre la base del análisis marxista, basado en el análisis de la ideología, sustentándose en el Materialismo Histórico fuera de especulaciones pequeñoburguesas fantasiosas o sentimentales , fuera de cualquier historicismo burgués, sociologismo o positivismo burgueses, es imprescindible el libro de Juan Carlos Rodríguez: El escritor que compró su propio libro. Para leer el Quijote. Libro publicado en 2003.
El autor recurre a un epígrafe de Marx, contenido en Historia crítica de la teoría de la plusvalía: La producción intelectual que corresponde al tipo de producción capitalista es distinta a la que corresponde al tipo de producción medieval. Tratándose de Cervantes, este fragmento de Marx es clave para entender la ideología dominante y específicamente a Cervantes.


