
- La docencia universitaria del Perú ingresa a un nuevo período de lucha. Entre el 3 y el 10 de noviembre las tres federaciones nacionales existentes tienen programada una huelga nacional indefinida, exigiendo principalmente reivindicaciones económicas.
- Como señalamos en nuestro pronunciamiento del 27 de agosto, para que la docencia cumpla el importante papel de formación de nuevos profesionales, así como las tareas de investigación y desarrollo de nuevos conocimientos científicos, tecnológicos y humanísticos, requiere de remuneraciones justas. Esto no es posible dentro de los marcos de una política neoliberal que buscó destruir a la universidad pública para reemplazarla por el modelo privado. Una demostración de esto es que el Presupuesto Institucional de Apertura (PIA) de las universidades públicas para el año 2026 (tal como está planteado en el Proyecto de Ley de Presupuesto) será por segundo año consecutivo menor al del año 2024 y alcanzando sólo al 0.5 % del PBI, agregándose a ello la creación demagógica de decenas de nuevas universidades públicas por el Congreso de la República. Al respecto mostramos el siguiente cuadro:

- Por ello se incumplen, además, otras reivindicaciones legítimas de los docentes, como la homologación de haberes, el pago de CTS con el 100 % de la remuneración, o avanza con gran lentitud el nombramiento de docentes contratados, a pesar de existir legislación favorable, porque no existe la voluntad política, en el Ejecutivo principalmente, para cumplir con estos compromisos.
- “Somos todavía pocos para dividirnos”, dijo hace más de un siglo el Amauta José Carlos Mariátegui. Sus palabras tienen plena vigencia en estos tiempos de gran fragmentación de las organizaciones sindicales y populares. Y esto es plenamente válido para la organización sindical de los docentes universitarios; tener tres federaciones nacionales (con nombres similares o parecidos) y enfrentar una medida de lucha sin contar con una dirección unitaria es dar demasiada ventaja a la coalición de derecha que hoy gobierna el país, perder la perspectiva de conjunto y caminar hacia el fracaso.
- Nuestro Partido insiste, una vez más, en la imperiosa necesidad de reunificar al gremio docente universitario; alcanzar la unidad es requisito indispensable para lograr conquistas mediante las diversas medidas de lucha. Que esta huelga sea ocasión propicia para que los docentes universitarios transiten el camino de la unidad.
- Al apoyar las justas reivindicaciones docentes no perdemos de vista que la crisis universitaria —agudizada por la política neoliberal de privatización— requiere de una alternativa integral que reconozca, en primer lugar, la importancia de la Educación Superior, reconocida como derecho humano fundamental, para un verdadero Proyecto Nacional de Desarrollo dentro de la propuesta de una nueva República. Una auténtica Reforma Universitaria estructural, profunda, surgida desde los propios estamentos universitarios, es indispensable.
Lima, 3 de noviembre de 2025
Buró Político del Comité Central

