
Mientras Estados Unidos entrega un plan de paz a las Naciones Unidas (ONU), las fuerzas de Israel continúan asesinando a palestinos en Gaza, donde ya se reportan 238 civiles asesinados y 600 heridos desde el inicio del alto el fuego acordado el pasado 10 de octubre.
La Oficina de Prensa del Gobierno de Gaza denunció que el ejército israelí ha cometido 194 violaciones a la tregua, incluyendo incursiones, bombardeos y el bloqueo de suministros médicos, lo que generó la «profunda preocupación» del secretario general de la ONU, António Guterres.
Esta ofensiva se desarrolla en paralelo a una catástrofe humanitaria. «Estamos en una carrera por salvar vidas», sentenció desde El Cairo la portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, Abeer Etefa, al describir la hambruna que se cierne sobre el enclave.
Según la ONU, solo se han podido abrir 44 de los 145 puntos de distribución de alimentos planificados. Aunque han atendido a un millón de personas, la ayuda es «lamentablemente insuficiente» debido a las restricciones israelíes. «Necesitamos más acceso: más pasos abiertos y libertad para transitar», denunció Etefa.
La situación en los hospitales es aún más crítica. Más de 16.500 pacientes, entre ellos 3.800 niños, esperan una evacuación médica que no llega. El político y médico palestino Mustafa Barghouti denunció que de los 3.203 camiones de ayuda que ingresaron, solo cuatro transportaban suministros médicos.
La crisis económica ha disparado los precios a niveles insostenibles. «Una sola manzana cuesta ahora lo mismo que un kilo de manzanas antes de la ofensiva», lamentó Nour Hammad, portavoz del PMA. La agencia solo ha conseguido ingresar la mitad de los alimentos necesarios, con los accesos del norte bloqueados sin explicación.
Devastación y Desplazamiento
Mientras tanto, dos millones de los 2,4 millones de habitantes de Gaza han sido desplazados. La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) informó que más de 75.000 de ellos se refugian en un centenar de sus edificios, en medio de una devastación total de las infraestructuras.
Las violaciones del alto el fuego por parte de Israel y el bloqueo a la ayuda humanitaria evidencian la crisis de derechos humanos en Gaza, mientras la Administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump promueve un «Plan de Paz» en el seno de la ONU. La situación profundiza la catástrofe humanitaria y subraya la necesidad de un cese total de las hostilidades y el levantamiento del bloqueo para salvar la vida de la población civil palestina.

