
Ni en las pesadillas más republicanas hubieran imaginado los prebostes del régimen, tener que celebrar los 50 años de monarquía impuesta desde el franquismo con su rey en Abu Dhabi. Esta realidad no esperada les difumina el boato y la gloria de la vuelta de los Borbones a la jefatura de Estado. El poder económico y financiero surgido y alimentado durante el franquismo se heredó a sí mismo para consolidar el sistema capitalista con un escenario algo modificado para que no se cuestionara su existencia misma.
El «atado y bien atado» demostró ser más que una frase. La connivencia de una izquierda reformista y un sindicalismo entreguista acatando de un modo vergonzoso lo que les pusieron por delante (Pactos de la Moncloa y más) hizo el resto. Recordar estos días los discursos de la época, de Franco, de Juan Carlos o Suárez, como está haciendo estos días Falsimedia es un viaje perfecto al tamaño de las ataduras que el propio golpista dictador anunciara.
Mientras, el susodicho marisquea y navega en Galicia, vive a todo lujo en Emiratos Árabes y acumula euros y francos suizos para sus herederos. Su ausencia en la foto del 50 aniversario es más que un descuelgue obligado, es la antesala de que no vienen buenos tiempos para los borbones. Que así sea.

