El presidente de Chile, Gabriel Boric, recibió este lunes en el Palacio de La Moneda al líder del Partido Republicano, el nacionalista conservador, José Antonio Kast, quien asumirá la presidencia el próximo 11 de marzo, tras imponerse con amplio margen en la segunda vuelta electoral a la comunista Jeannette Jara. El regreso del pinochetismo al poder se produce tras la derrota de Boric a partir de una gestión que no privilegió demandas históricas del pueblo como el combate a la pobreza, rechazo a la exclusión de los pueblos originarios, aprobación de una nueva Constitución y el rechazo a los crímenes de la dictadura (1973-1990), todas expresadas con firmeza durante el estallido social de 2019.
El encuentro marca el inicio formal del proceso de transición gubernamental, en un escenario político caracterizado por polarización y el retorno de la derecha dura al Poder Ejecutivo.
La reunión se produjo luego de la llamada protocolar que Boric realizó a Kast tras conocerse los resultados del balotaje, ocasión en la que el mandatario saliente lo invitó a coordinar los aspectos centrales de la transición y le manifestó su intención de compartir “aprendizajes” acumulados durante su gestión.
El gesto fue presentado desde La Moneda como parte del respeto a la institucionalidad democrática y a las normas republicanas.
Antes de ingresar al palacio presidencial, Kast expresó su expectativa de sostener una “conversación republicana” con Boric, agradeciendo la recepción y señalando que el actual jefe de Estado aún mantiene una “gran responsabilidad” en el manejo del poder hasta el traspaso de mando.
“Espero ejercerla correctamente cuando jure el 11 de marzo”, afirmó el mandatario electo, subrayando la necesidad de comprender las dificultades propias del ejercicio gubernamental.
El líder nacionalista llegó a La Moneda acompañado por su esposa, María Pía Adriasola, y por un equipo político que ya comienza a perfilar el próximo Gobierno, integrado por Jorge Quiroz, Claudio Alvarado, María Jesús Wulf y Arturo Squella, figuras clave del núcleo ideológico y programático que respaldó su campaña.
Desde el oficialismo saliente, el énfasis ha estado puesto en garantizar una transición ordenada y transparente, mientras movimientos sociales, organizaciones de derechos humanos y sectores juveniles observan con preocupación el rumbo que podría tomar el país bajo la nueva administración, especialmente en materias como memoria histórica, derechos civiles, políticas migratorias y relación con los pueblos originarios.
Kast anunció durante la campaña que recortará empleos públicos de manera masiva y reducirá ministerios y aplicará otras medidas de reducción de gasto público en 6.000 millones de dólares con la supuesta intención de enviar al Congreso leyes para reducir impuestos, facilitar la compra de vivienda, y favorecer la inversión local y extranjera.


