Un análisis del grupo Economía, Política, Ciencia (EPC) del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (Ciicti) reveló que el sistema nacional de ciencia y tecnología de Argentina sufrió recortes presupuestarios de hasta el 82,2 % y la pérdida de 5.192 puestos de trabajo desde la asunción de Javier Milei, en diciembre de 2023.
El informe, basado en siete indicadores clave, describe un deterioro sin precedentes en organismos estratégicos como el Conicet, el INTA, el INTI, la CNEA y la Agencia I+D+i.
Según los datos presentados, el financiamiento público para ciencia descendió del 0,3 por ciento del PBI en 2023 a 0,164 por ciento en 2025, el nivel más bajo desde al menos 2002. La Agencia I+D+i registró la caída más pronunciada, con una reducción del 82,2 por ciento, seguida por la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología (antiguo Ministerio de Ciencia), que perdió 79,6 por ciento de su presupuesto. El Conicet sufrió una baja del 31,4 por ciento, el INTA del 36,2 por ciento, la CNEA del 44,0 por ciento y el INTI del 47,1 por ciento.
Los salarios reales del sector también se desplomaron: empleados del Conicet perdieron 38 por ciento en términos reales, mientras que docentes e investigadores universitarios vieron reducidos sus ingresos en 31,4 por ciento.
Además, los fondos para becas y servicios cayeron 20,3 por ciento, el gasto en insumos se redujo 51,2 por ciento y el destinado a equipamiento descendió 64,7 por ciento. Las transferencias a grupos de investigación retrocedieron 81,7 por ciento respecto a 2023.
El informe destaca que la Agencia I+D+i, antes encargada de financiar proyectos de investigación mediante evaluaciones transparentes, fue “prácticamente desguazada” por el Gobierno de Milei, y que la Secretaría actual incluye en su presupuesto “partidas espurias” relacionadas con gobierno digital, lo que distorsiona la inversión real en ciencia y tecnología.
Expertos consultados advierten que el panorama para 2026 es crítico. El físico Jorge Aliaga estimó que, incluso si se ejecuta el presupuesto aprobado, “prácticamente no habría un peso para hacer investigación”, ya que los fondos disponibles (unos 27.000 millones de pesos entre transferencias y becas) están muy por debajo de los 100.000–120.000 millones necesarios solo para mantener niveles mínimos.
Nicolás Lavagnino, director del grupo EPC, señaló que, debido a una proyección inflacionaria subestimada, el sistema científico enfrentará una caída real adicional de entre 7 y 8 puntos porcentuales, sumándose a las ya acumuladas.
En tanto, la rectora de la Universidad del Comahue (UNCo), Beatriz Gentile, alertó sobre la fuga de talentos y el riesgo de una “Argentina primarizada” a mediano plazo, sin capacidad de generar conocimiento ni pensamiento crítico.
El matemático Guillermo Durán, decano de la Facultad de Exactas de la Universidad de Buenos Aires, advirtió que, de no cumplirse la Ley de Financiamiento Universitario, “no descarto la posibilidad de que no haya inicio de cuatrimestre en 2026”. Mientras, la física y diputada Adriana Serquís, expresidenta de la CNEA, denunció que “proyectos estratégicos se desarticularon” y que el sistema nuclear sufre un deterioro que requerirá años reconstruir.


