El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, advirtió este miércoles sobre la grave amenaza que representa el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, dirigido contra la República Bolivariana de Venezuela y el presidente Nicolás Maduro.
Durante la presentación del informe anual sobre los perjuicios provocados a la nación caribeña por el bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de los EE.UU., el Canciller vinculó esta escalada con la política de agresión de Washington, a la que calificó como una violación directa de la estabilidad regional.
Rodríguez recordó que las maniobras militares coinciden con las declaraciones del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, quien en recientes visitas a Israel y otros escenarios internacionales ha insistido en la necesidad de intensificar las presiones contra Caracas.
De acuerdo con el Canciller cubano, este tipo de pronunciamientos no solo apuntan a justificar medidas coercitivas y sanciones, sino que se enmarcan en una estrategia de guerra económica y militar para controlar los recursos energéticos de Venezuela, entre ellos la mayor reserva probada de petróleo del mundo.

El jefe de la diplomacia cubana denunció además que estas acciones buscan reeditar la Doctrina Monroe y aplicar “políticas de cañoneras” en pleno siglo XXI.
En este sentido, subrayó que las intercepciones de buques pesqueros, bloqueos navales y operaciones en aguas del Caribe oriental forman parte de una ofensiva que amenaza no solo a Venezuela, sino también a Cuba y a toda la región.
En su intervención, Rodríguez recordó que América Latina y el Caribe fueron proclamados en 2014 por la CELAC como Zona de Paz, un compromiso que obliga a todos los Estados a resolver sus diferencias mediante el diálogo, a respetar la soberanía nacional y a rechazar cualquier intento de intervención extranjera. “Una agresión militar contra Venezuela sería una agresión contra toda la región”, advirtió.
El Canciller de la mayor de las Antillas hizo un llamado a la comunidad internacional, Parlamentos, movimientos sociales y Gobiernos a movilizarse en defensa de la paz y del derecho internacional. “Estados Unidos pretende generar una guerra en nuestra región bajo falsos pretextos de seguridad nacional. Es urgente detener esta escalada antes de que sus consecuencias sean irreversibles”, concluyó.