En declaraciones al boletín Informe Pastrán, Mansell recordó que en 2007 el país enfrentaba una profunda crisis energética, con un 75 por ciento de su consumo dependiente del petróleo y solo un 25 por ciento proveniente de fuentes renovables.
“Hoy hemos transformado esa realidad. Actualmente, entre el 73 y 75 por ciento de nuestra energía proviene de fuentes renovables, un cambio sustancial que garantiza sostenibilidad, soberanía y estabilidad eléctrica”, subrayó el titular.
El ministro resaltó que este avance forma parte de un plan indicativo de generación eléctrica, mediante el cual el Gobierno sandinista ha incorporado de manera gradual nuevas plantas y tecnologías limpias para cubrir la creciente demanda nacional y fortalecer la seguridad energética del país.
Mansell anunció además una inversión de mil 250 millones de dólares destinada a proyectos eólicos y solares entre 2025 y 2026, que permitirá añadir más de 300 megavatios de energía renovable al Sistema Interconectado Nacional.
Entre los proyectos destacados mencionó la planta de biomasa Monterrosa, con 25 megavatios ya en funcionamiento; la planta solar San Isidro en Matagalpa, con 170 manzanas de paneles solares que generan hasta 64 megavatios; y los complejos solares de Malpaisillo, en León, que sumarán entre 70 y 80 megavatios apoyados por una nueva subestación regional.
Asimismo, destacó los avances en la planta solar El Hato, Darío, Terrabona, que producirá 67 megavatios, y el proyecto de Masaya, que aportará 70 megavatios adicionales, lo que permitirá al país alcanzar hasta un 80 por ciento de energía renovable hacia finales de 2026.
En el ámbito eólico, anunció la instalación de aerogeneradores de última generación en Estelí y Matagalpa, con torres superiores a los 100 metros de altura y una capacidad de más de 5 megavatios por unidad. Proyectos como El Barro y La Mesita fortalecerán aún más la red nacional.
El titular subrayó que la política energética impulsada por el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, encabezado por los copresidentes Daniel Ortega y Rosario Murillo, garantiza el acceso equitativo a la energía, impulsa el desarrollo productivo y ratifica el compromiso de Nicaragua con la sostenibilidad y la independencia energética.