
En este martes 7 de octubre de 2025, las fuerzas israelíes llevaron a cabo una serie de operaciones simultáneas en diversos puntos de Cisjordania ocupada, marcadas por incursiones militares, detenciones arbitrarias, uso de munición real y ataques a comunidades palestinas. Las acciones se extendieron a ciudades, campos de refugiados y zonas rurales, incluyendo aldeas beduinas, y se desarrollaron en paralelo con la celebración de festividades religiosas israelíes.
En la región norte, tropas israelíes irrumpieron en la aldea de Tayasir, cerca de Tubas, desplegando unidades de infantería y bloqueando el tránsito de residentes durante más de una hora. En el lugar se registraron enfrentamientos con jóvenes palestinos. Aunque no se reportaron heridos, el uso de munición real y explosivos de estruendo fue confirmado por testigos locales.
En Hebrón, se impuso un toque de queda en varios barrios tras el arresto de un ciudadano frente a su vivienda. Las autoridades israelíes rodearon la zona y restringieron la movilidad de la familia, alegando razones de seguridad vinculadas a colonos establecidos en tierras palestinas. Simultáneamente, otras zonas de la ciudad permanecieron bajo control militar, con accesos cerrados y vigilancia reforzada.
Las fuerzas israelíes también ingresaron violentamente en la comunidad beduina de Balqa, al norte de Jericó. Allí, tres personas fueron sometidas a interrogatorios en el lugar y agredidas físicamente durante el registro de sus viviendas. En Khirbet Samra, en el norte del valle del Jordán, colonos armados entraron a la comunidad provocando alarma entre la población, particularmente entre mujeres y niños. Estos incidentes se producen en un contexto de ataques frecuentes contra las comunidades beduinas con el objetivo de presionarlas para abandonar sus tierras.
En el área de Ramallah, se reportaron redadas en los barrios de al-Bireh y en el campo de refugiados de Jalazoun, con al menos diez personas detenidas. Fuentes locales señalaron que una mezquita fue utilizada como centro de interrogación improvisado. Se registraron también incursiones en Kafr Ni’ma, Silwad y otros municipios de la zona.
Las operaciones se extendieron hasta Yenín, donde unidades israelíes atacaron zonas residenciales y utilizaron munición real durante los enfrentamientos. Entre los incidentes más graves, se denunció la detención temporal del equipo de prensa de la televisión palestina, así como restricciones impuestas a figuras religiosas en Jerusalén ocupada, a quienes se les prohibió el acceso a lugares de culto por varios meses.