¿Cuál es el rejuego de Alemania, Francia y Reino Unido en la ONU y en el OIEA?

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Desde Red Voltaire ya habíamos señalado el comportamiento parcializado de la oficina del secretario general de la ONU. Pero hoy pasamos revista a la polémica en la que Alemania, Francia y Reino Unido se oponen a Rusia, Irán y China sobre la coherencia del derecho internacional. Ya no se trata de cuestiones jurídicas puramente técnicas sino de la “superioridad” del punto de vista occidental o la jerarquía de las normas internacionales.

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En primer plano, el argentino Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), junto al ministro de Exteriores de Francia, Jean-Noel Barrot.

Thierry Meyssan (Red Voltaire).— Mientras que la atención del mundo entero se concentra en los teatros de guerra, cosas anormales están sucediendo en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y en el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Alemania, Francia y Reino Unido imponen en esas organizaciones un razonamiento jurídico descabellado según el cual esas potencias tendrían derecho a reinstaurar las sanciones contra Irán que se establecieron en la resolución 1737 del 23 de diciembre de 2006, a pesar de que aquellas sanciones quedaron abrogadas por la resolución 2231, adoptada por el Consejo de Seguridad el 20 de julio de 2015.

Rusia y China han recordado repetidamente que el Consejo de Seguridad de la ONU es el único órgano autorizado a adoptar sanciones, pero Alemania, Francia y Reino Unido se empeñan en pretender que tienen derecho a imponer sanciones y el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, se ha puesto del lado de estas tres potencias occidentales.

Veamos el contexto de este asunto. En 1972, el presidente francés Georges Pompidou propone la creación de una asociación internacional para el enriquecimiento de uranio, que serviría para alimentar las futuras centrales nucleares europeas de generación de electricidad. Así nace Eurodif, con la participación de Francia, de la República Federal de Alemania (RFA), Bélgica, Italia, Países Bajos y Reino Unido. España y Suecia se unen rápidamente a esos países.

En 1974, Jacques Chirac, entonces primer ministro de Francia, se compromete a construir en Irán, entonces bajo el régimen del shah Mohamed Reza Pahlevi, 5 centrales nucleares con tecnología estadounidense.

Más allá de la situación de dependencia que las pretensiones de Alemania, Francia y Reino Unido imponen al pueblo iraní, la polémica actual refleja claramente los métodos de las antiguas potencias coloniales. Es importante no olvidar que la principal víctima de la Primera Guerra Mundial no fue Francia (aunque perdió en ese conflicto un 10,5% de su población). Tampoco fueron Alemania (que perdió un 9,8% de su población) ni Austria-Hungría (9,5%). La principal víctima de la Primera Guerra Mundial fue Irán, que perdió entre un 25 y un 30% de su población. Irán no fue teatro de grandes batallas pero el Imperio británico decidió provocar allí una hambruna para detener el avance de los soviéticos, decisión que costó la vida a entre 6 y 8 millones de personas en Irán [1]. Ese modo de actuar, característico del colonialismo británico, principalmente en su “Imperio de Indias” y en China, se perpetúa en nuestra época con las medidas coercitivas unilaterales que el mundo occidental llama “sanciones”, como si fuesen resultado de un debate en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Las relaciones entre Irán y Europa occidental se deterioraron gravemente en 2005, cuando Mahmud Ahmadineyad, un ex miembro de los Guardianes de la Revolución, fue democráticamente electo presidente de la República Islámica. ¿Cuál fue la causa del deterioro? El presidente Ahmadineyad ambicionaba investigar y controlar la fusión nuclear, lo cual habría sacado a los países en vías de desarrollo de su situación de dependencia energética.

Es importante recordar que en 2011 Benyamin Netanyahu declaraba: «Lo primero que hay que hacer es impedirles [a los regímenes islámicos militantes] obtener armas nucleares. Esa es nuestra primera misión. Y la segunda es hallar un sustituto para el petróleo» [2]. Estas palabras de Netanyahu son el reflejo de la interpretación occidental de los esfuerzos de Irán por formar no sólo un puñado de científicos sino una generación entera de técnicos y científicos especializados en la investigación nuclear. Desde el primer momento, las potencias occidentales vieron el desarrollo de la investigación en Irán como un intento de dotarse de la bomba atómica y, todavía más grave, como una revolución científica del Tercer Mundo frente a la superioridad tecnológica occidental.

Pero, regresemos a la maniobra de Alemania, Francia y Reino Unido. El 28 de agosto de 2025, los ministros de Exteriores de esos tres países, respectivamente Johann Wadephul, Jean-Noel Barrot y David Lammy, escribían al secretario general de la ONU afirmando que, en violación del anexo 1 del JCPoA [3], desde 2019, «Irán, entre otras cosas, ha sobrepasado los límites a los que se había comprometido libremente sobre el uranio enriquecido, el agua pesada y las centrífugas; ha cesado de permitir al OIEA la realización de actividades de verificación y vigilancia del JCPoA; y ha abandonado la implementación y la ratificación del protocolo adicional a su acuerdo de garantías generalizadas» [4].

En respuesta, ese mismo día, los ministros de Exteriores de Rusia, Irán y China, respectivamente Serguei Lavrov, Abbas Araghchi y Wang Yi, escribían a todos los Estados miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas [5]. En su texto, Rusia, Irán y China recordaban a todos los miembros de la ONU la jerarquía de los documentos: el JCPoA (firmado el 14 de junio de 2015) es jerárquicamente inferior a la resolución 2231, adoptada el 20 de julio de 2015 por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Rusia, Irán y China observaban también que, a raíz de la retirada unilateral de Estados Unidos del JCPoA y de la violación de sus compromisos por parte de Washington, tanto Irán como Alemania, Francia y Reino Unido habían tomado medidas contrarias a ese tratado, pero sin cuestionar la resolución 2231 del Consejo de Seguridad. Por consiguiente, Alemania, Francia y Reino Unido no tienen derecho a invocar el JCPoA, después de haberlo violado, ni de exigir sanciones contra Irán.

Rusia, Irán y China observan también que en enero de 2020, Alemania, Francia y Reino Unido habían expresado su apego al JCPoA [6] al deplorar que Irán reanudara el enriquecimiento de uranio al 60% en respuesta tanto a la retirada de Estados Unidos de ese acuerdo y su violación por parte de Washington como ante el asesinato, también por Estados Unidos, del general iraní Qassem Soleimani. A pesar de todo aquello, Alemania, Francia y Reino Unido no convocaron en aquel momento el mecanismo de resolución de litigios (la Comisión Mixta) prevista en el JCPoA. Por consiguiente, contrariamente a lo que alegan, Alemania, Francia y Reino Unido no hicieron entonces todo lo que podían haber hecho para resolver el conflicto, lo cual –incluso si se ignorase la jerarquía antes mencionada de los documentos– también invalida a esos países en cuanto a reinstaurar las sanciones ya abrogadas.

Esta polémica ha venido intensificándose desde entonces hasta las reuniones del Consejo de Seguridad realizadas el 19 y el 26 de septiembre de 2025. El servicio de comunicación de las Naciones Unidas publicó dos informes falsos sobre estas dos reuniones, informes en los que afirma falsamente que «el Consejo de Seguridad apoya el regreso a las sanciones de la ONU contra Irán» [7]. Y después, el secretario general emitió una nota verbal, basada en esas mentiras, donde ordena el restablecimiento de las sanciones [8].

Pero el asunto no quedó ahí. Primeramente, Rusia envió al secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, una carta llamándolo al orden [9]. Después, junto a China e Irán, Rusia se dirigió al argentino Rafael Grossi, el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Estos tres países escribieron a Grossi citando la resolución adoptada el 15 de diciembre de 2015 por el Consejo de Gobernadores del OIEA [10] y señalando, como ya lo habían hecho antes, que existe una jerarquía de normas que establece la superioridad de las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre los tratados, aunque se trate de tratados multilaterales. En su carta al director general del OIEA, Rusia, Irán y China observan que Alemania, Francia y Reino Unido, «habiendo violado ellos mismos los compromisos que habían contraído a tenor del Plan de Acción Global Común (PAGC) [otra denominación del JCPoA] y de la resolución 2231 (de 2015) y no habiendo agotado los procedimientos establecidos en el marco del mecanismo de arreglo de diferendos, no tienen legitimidad alguna para invocar las disposiciones de esos textos».

De esa manera, Rusia, Irán y China notificaban a Grossi que todas las medidas previstas en la resolución 2231 se extinguieron el 18 de octubre de 2025. «Esta extinción pone fin a la obligación que tenía el Director General del OIEA de emitir informes sobre las actividades de verificación y de control realizadas a tenor de esta resolución».

Que nadie se equivoque. Si Alemania, Francia y Reino Unido persisten en su interpretación absurda de la resolución 2231 y tratan de imponerla al OIEA, serán responsables de haber puesto en peligro la supervivencia de esa agencia de la ONU. En junio, su director general, el argentino Rafael Grossi ya estuvo a punto de destruir el OIEA al dejarse llevar, supuestamente, por una inteligencia artificial que contradecía las observaciones de sus inspectores. En aquel momento, Grossi dio crédito a la idea de que Irán estaba a punto de fabricar una bomba atómica, justificando así la “Guerra de los 12 días”, antes de acabar retractándose [11].

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[1The Great Famine & Genocide in Iran, 1917-1919, Mohammad Gholi Majd, University Press of America, 2013.

[2A World View Interview with Benjamin Netanyahu”, Channel 2, YouTube, 2011.

[3Documento conocido sobre todo como “Acuerdo 5+1” o “Acuerdo sobre la investigación nuclear iraní”. Nota de Red Voltaire.

[4Letter from Jean-Noël Barrot, David Lammy and Johann Wadephul stating that Iran is not respecting its commitments to the JCPoA”, por David Lammy, Jean-Noël Barrot, Johann Wadephul, Voltaire Network, 28 de agosto del 2025.

[5«Carta de Wang Yi, Seyed Abbas Araghchi y Serguei Lavrov sobre la interrupción del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC)», por Serguei Lavrov, Seyed Abbas Araghchi, Wang Yi, Red Voltaire, 28 de agosto de 2025.

[6«Declaración conjunta de Francia, ‎Alemania y Reino Unido sobre Irán», Red Voltaire, 12 de enero de 2020.

[8«ONU: La Secretaría General restablece sanciones contra Irán», ONU (Secretaría General), Red Voltaire, 27 de septiembre de 2025.

[10«Carta de China, Irán y Rusia al OIEA», Red Voltaire, 30 de octubre de 2025.

[11«Detrás de la “Guerra de los 12 días”», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 1º de julio de 2025.

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