La construcción de submarinos nucleares por Corea del Sur desencadenará una reacción incontrolable en la región Asia-Pacífico, creando una carrera armamentista de mayores proporciones, publicó la agencia de noticias norcoreana KCNA, tras la aprobación que otorgó Washington a Seúl para desarrollar dichas naves.
«La posesión de submarinos nucleares por parte de Corea del Sur es un paso previo para ‘su propia nuclearización’, lo que provocará un ‘efecto dominó nuclear’ en la región y desencadenará una carrera armamentística aún más intensa», opina el medio.
Según KCNA, se trata de «un grave hecho que trasciende la península coreana, desestabilizando la situación de seguridad militar en la región Asia-Pacífico y puede conducir a una crisis nuclear global».
«La República Popular Democrática de Corea adoptará medidas más apropiadas y realistas para salvaguardar la soberanía nacional, la seguridad y la paz regional, en respuesta a los reiterados intentos de confrontación entre Estados Unidos y la República de Corea por mantener su hostilidad hacia nuestra nación», continua la agencia.
Asimismo, subraya que «la ambición de Corea del Sur de poseer submarinos nucleares no es ni una ‘medida de reacción’ frente a la posesión de armas nucleares por parte de la RPDC ni una medida defensiva para contrarrestar ‘amenazas regionales’. Por el contrario, representa el paso más peligroso hacia la realización de su ambición largamente perseguida de poseer armas nucleares«.
«Amo y sirviente»
Al mismo tiempo, la alianza entre Washington y Seúl «no es la relación recíproca e igualitaria que afirman, sino una despiadada subordinación entre amo y sirviente», observa el medio, agregando que «es una vía única hacia el ‘Estados Unidos Primero’, donde solo se persiguen los intereses estadounidenses y los intereses surcoreanos se ignoran por completo«.
Esta situación ha puesto de manifiesto «el intento estratégico de EE.UU. de convertir a Corea del Sur en una fuerza de choque para la estrategia del Indo-Pacífico, cuyo objetivo es establecer la hegemonía no solo en la península coreana, sino también en el noreste de Asia y en toda la región Asia-Pacífico», detalla.
«Las intenciones hegemónicas de Estados Unidos de cercar y contener a sus rivales mediante la formación de una estructura de seguridad al estilo de la OTAN, liderada por Estados Unidos, en la región Asia-Pacífico, a través de la regionalización y modernización de la alianza entre Estados Unidos y Corea del Sur, se están materializando de forma más práctica, exige una mayor atención al panorama de seguridad regional e internacional cada vez más inestable y un compromiso renovado con una respuesta responsable», resume KCNA.
Autorización de Trump
A finales de octubre, el presidente estadounidense, Donald Trump, escribió en su red Truth Social que la alianza militar entre EE.UU. y Corea del Sur «es más sólida que nunca» y, basándose en ello, autorizó «la construcción de un submarino de propulsión nuclear, en lugar de los anticuados y mucho menos ágiles submarinos de propulsión diésel que poseen actualmente».
En otra parte del mensaje, Trump presumió que el país asiático «acordó pagar a EE.UU. 350.000 millones de dólares a cambio de una reducción de los aranceles» impuestos por la nación norteamericana. Aseguró asimismo que «se comprometió» a adquirir «grandes cantidades» de petróleo y gas de origen estadounidense.
Posteriormente, precisó que el submarino de propulsión nuclear surcoreano se construirá «en los astilleros de Filadelfia», dentro de territorio estadounidense. «La construcción naval en nuestro país pronto experimentará un gran resurgimiento. ¡Estén atentos!», expresó.


