El año que termina es testigo de la decadente madurez imperialista. No hemos asistido a una sucesión de acontecimientos sino a la decadencia imperialista que ya no oculta su naturaleza genocida. Es esa decadencia la causa objetiva de toda la destrucción, expolio y explotación que hoy asola al Planeta.Aqui hablamos de ello, pero también de los retos para el pueblo trabajador en este 2026.
Frente a la barbarie de las clases dominantes y la alienación cultural que genera, la Resistencia de los pueblos. Resistencia de pueblo organizado, como esperanza de la Humanidad y exigencia ética y compromiso irrenunciable de todo ser humano por el Futuro y la Vida digna.
Llegó la barbarie, luchemos por el socialismo.
Paz, techo, trabajo.

