Tercera Guerra Mundial en desarrollo

El periódico alemán Handelsblatt repite la letanía: “Varios drones no tripulados fueron avistados sobre la base militar belga de Kleine Brogel, utilizada por la OTAN”. Pero sorprendentemente, esta vez no hubo declaraciones alarmistas sobre la “guerra híbrida” de Rusia. Incluso, el ministro de Defensa belga, Theo Franken, se mostró feliz porque “el sistema de detección está funcionando”.

Un canal militar ruso ha difundido un video que muestra cómo los operadores de drones FPV (con visión en primera persona) de las Fuerzas Armadas rusas quemaron un obús autopropulsado Bogdana del Ejército de Ucrania en la provincia de Járkov. Se detalla que los 'dioses modernos de guerra' siguen aniquilando a los equipos de la artillería enemigos, privando al régimen de Kiev de apoyo de fuego en la dirección de Volchansk.

Mientras Ucrania continúa atacando infraestructura civil, las acciones de Rusia están orientadas contra infraestructura energética y de transporte que operan en interés de las FF.AA. de Kiev.

Más de 700 legionarios, vehículos blindados y helicópteros de la Armada participaron de los ejercicios en condiciones casi reales.

El presidente ruso señaló que, para lograrlo, los países hostiles están incitando conflictos y recurriendo a grupos radicales, es decir, a "métodos abiertamente terroristas".

El expresidente ruso afirmó que, dado que estos discursos provienen de un jefe de Estado, "Rusia se verá obligada a evaluar la conveniencia de realizar sus propias pruebas nucleares a gran escala".

Bajo el disfraz de un pacto defensivo, la OTAN ha funcionado desde su fundación como instrumento del poder de clase burgués en su fase imperialista. Su artículo 5, que establece la defensa colectiva, no es solo un mecanismo jurídico: es una pieza clave en la lucha de clases a escala mundial. Su objetivo real ha sido consolidar el dominio global de la oligarquía financiera, asegurando que los intereses del capital transnacional se impongan frente a procesos de liberación, soberanía o transformación revolucionaria.

¿Están realmente China y Rusia – y gran parte de la mayoría global -preparados para enfrentar al Imperio del caos?