El objetivo del país norteño es un mundo dominado con sus reglas comerciales y financieras, controlar las tecnologías avanzadas, mantener la supremacía militar y dominar a todos los competidores potenciales, afirmó Jeffrey D Sachs, director del Centro para el Desarrollo Sostenible de la Universidad de Columbia en el artículo de opinión La necesidad de una nueva política exterior de Estados Unidos, replicado por el diario bengalí Daily Star.
Con su comportamiento, Washington se encuentra en conflicto con la Carta de Naciones Unidas, la cual compromete a los firmantes, como Estados Unidos, a un sistema global basado en las instituciones de la ONU y en el que ningún país domina, explicó el analista de políticas públicas de renombre internacional.
Además, tiene como problema fatal que solo cuenta con el cuatro por ciento de la población mundial y carece de las capacidades económicas, financieras, militares y tecnológicas, así como de los requerimientos éticos y legales, refirió el también académico.
El investigador agregó que al final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, Estados Unidos estaba en la avanzada del poder económico, tecnológico y militar; sin embargo en la actualidad muchos países lo superan en esos sectores, dijo.
Por otra parte, refirió que muchos políticos mediocres de la Unión Europea secundan la estrategia de confrontación de la Casa Blanca porque dependen de su apoyo para permanecer en el poder.
En ese sentido, el distinguido académico apuntó que la visión de China como un enemigo la creó el propio Washington con su hostilidad hacia Beijing, la cual es una mezcla del arrogante objetivo estadounidense de dominación mundial con el racismo anti-chino que data en la política norteamericana desde el siglo XIX.
El analista señaló al ex embajador norteamericano Robert Blackwill como el arquitecto de la estrategia de confrontación que sigue la administración de Joe Biden contra Beijing.
Para intentar mantener la primacía de Estados Unidos frente a China, Blackwill presentó un plan que contiene entre sus medidas la creación de nuevos acuerdos comerciales preferenciales con sus aliados para aumentar sus ganancias con instrumentos que excluyan exprofeso a Beijing.
También, un régimen de control de tecnología para bloquear las capacidades estratégicas de China, así como el apoyo político a sus aliados cercanos al país asiático, comentó el académico.
De igual modo, Washington fortaleció sus tropas destacadas a lo largo de la costa asiática a pesar de cualquier oposición de las autoridades chinas, acotó.
Aseguró la mayoría de los políticos estadounidenses y de países como Gran Bretaña, la Unión Europea, Japón, República de Corea, Australia y Nueva Zelanda apoyan el enfoque agresivo hacia China de la actual administración de la Casa Blanca, el cual calificó de contrario a la Carta de la ONU y la paz mundial.
Destacó que la nueva prosperidad de China puede ser pacífica y productiva para el mundo y alabó las tecnologías de la nación asiática, que van desde medicamentos vitales para el enfrentamiento a la malaria, energía solar de bajo costo hasta redes 5G eficientes, precisó.