Ese es su gran legado, el que todos los internacionalistas, vivan donde vivan deben defender y apoyar, especialmente si son habitantes del centro imperialista al que hay que golpear en la medida de lo posible, organizándose yendo a los barrios populares españoles donde hay hambre, informando sobre lo que realmente sucede allí y aprendiendo de sus gentes humildes. Apoyo total a la revolución venezolana, denuncia total contra la reacción bastarda y oportunista como la de «Trosko Sentado» Echenique.