La organización filtró millones de códigos de herramientas, virus y troyanos que utiliza la CIA para realizar espionaje en EEUU y el mundo. Una de las cosas que más llamó la atención fue la activación de micrófonos en televisores smart Samsung para grabar la información que pudieran captar e investigar estas comunicaciones”, dijo al programa radial ‘En Órbita’ de Sputnik el analista de seguridad informática de la empresa Base 4 de Argentina, Santiago Bottiroli.
Para ello se utilizaron los llamados ‘exploits’, pequeños códigos en lenguaje de programación, que permiten aprovechar los puntos débiles de un sistema informático. Según el especialista esta situación es “gravísima” porque gran parte de la población estadounidense tiene una televisión de esta marca. Además se reveló que la agencia de inteligencia realizó escuchas en smartphones. “Estas cosas las hicieron en cooperación con el MI 5 del Reino Unido”, indicó Bottiroli.
En opinión del especialista las filtraciones de Wikileaks “no son descabelladas” ya que EEUU está en “condiciones tecnológicas” de realizar este tipo de espionaje. “Estas revelaciones son pruebas fehacientes de que están espiando incluso a su propia gente”, consideró.
En 2014, el exagente Edward Snowden reveló que Washington mantenía un fuerte espionaje informático sobre la canciller alemana, Angela Merkel. Por su parte la CIA acusa a hackers rusos apoyados por su gobierno de la filtración de correos del Partido Demócrata para influir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Sin embargo, hasta el momento no ha presentado pruebas.
Según la publicación Consortium News, las revelaciones de Wikileaks acerca de las capacidades de espionaje de la CIA pone en duda las acusaciones que la inteligencia estadounidense realizó cuando señaló que Rusia había utilizado piratería informática para influir en las elecciones de Estados Unidos. “Resulta que la CIA tiene una biblioteca de software que podría utilizarse para inculpar a otro servicio de inteligencia extranjero”, argumentó.
“Con esta revelación de Wikileaks podemos decir que si teníamos dudas, ya no deberíamos tenerlas: alguien nos está escuchando desde el otro lado”, concluyó el experto.
