Las mujeres que pertenecen a los distintos grupos étnicos en Honduras, denuncian las violaciones que el Gobierno y los terratenientes efectúan en su contra.
Se celebra el Segundo Encuentro de Mujeres Negras e Indígenas de Honduras. El objetivo es romper la invisibilidad que el Gobierno hondureño mantiene sobre las comunidades indígenas. En sus quejas han reprochado la conducta de la prensa local a la que culpan de no atender a sus denuncias.
El llamado de atención también va para los organismos internacionales, de quienes esperan que impongan sanciones al Estado hondureño por violentar sus derechos.
Estas organizaciones continúan su trabajo de estructura al interior del país, incluso en Tegucigalpa (capital), para continuar defendiendo los derechos naturales, una sociedad atípica a las luchas, un Gobierno que no responde a las exigencias por las cuales murió la activista ambiental Berta Cáceres.
Dentro de las exigencias al Gobierno piden que sean parados todos los proyectos extractivistas que están acabando con las fuentes agua de sus comunidades.
Las líderes de estos grupos de mujeres indígenas han denunciado que por protección han tenido que migrar de sus comunidades junto a sus familias, ya que han recibido mensajes donde les expresan que correrán la misma surte de Berta Cáceres.
Dassaev Aguilar, Tegucigalpa.
