“El Hezbolá de hoy es diez veces más fuerte que en el año 2006. Posee 150.000 cohetes —más del arsenal conjunto que poseen los 27 miembros de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte)— y puede lanzar 1500 de ellos diariamente, desde tierra, aire y mar, a cualquier punto de Israel”, destacó Ron Prosor, exembajador israelí ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en un artículo publicado el lunes por el periódico estadounidense The Wall Street Journal.
Además, pidió al presidente estadounidense, Donald Trump, que presione al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) a fin de que este revise la resolución 1701, cree un Líbano desmilitarizado y evite una “devastadora” guerra entre El Líbano e Israel.
“El Líbano está en una encrucijada y las decisiones tomadas por Trump ahora pueden ayudar a evitar una devastadora guerra entre Israel y Hezbolá”, declaró.
Desde la llegada de Trump al poder, Washington ha incrementado sus injerencias en Oriente Medio. La reciente gira del magnate estadounidense por la región, que incluyó también al régimen de Israel, ha dado pie a debates sobre una posible acción militar estadounidense-israelí contra Hezbolá.
Funcionarios de la inteligencia israelí han advertido, en reiteradas ocasiones, que Hezbolá podría sorprender a Israel con un ataque masivo en represalia por los crímenes cometidos por dicho régimen contra los pueblos de Palestina y El Líbano.
También han alertado del aumento en la capacidad de resistencia de Hezbolá, gracias al refuerzo de sus arsenales de cohetes y misiles. Sus informes apuntan a que Hezbolá cuenta con aproximadamente 150.000 misiles.
De acuerdo con los diarios israelíes, el régimen de Israel ya ha empezado a realizar maniobras de “ataque masivo” ante un eventual conflicto militar con Hezbolá.
