A Hamas y el Frente Popular de Liberación de Palestina pertenecían los tres palestinos asesinados el sábado en Jerusalén tras haber abatido a una policía ocupante israelí. Hamas desmiente la reivindicación asumida por el Estado Islámico que, como todos sabemos y por mucho que pretendan hacernos creer lo contrario, es el guardián de las fronteras sionistas y sus combatientes reciben asistencia médica y logística en Israel.
“La reivindicación del Estado Islámico es un intento de enredar las cosas”, señala en un comunicado Sami Abou Zouhri, un portavoz del movimiento islamista en Gaza. El ataque, añade, fue perpetrado por “dos palestinos del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP, izquierda histórica palestina) y un tercero de Hamas”.
El texto añade que este ataque es “una respuesta natural a los crímenes del ocupante” israelí, en los términos que utiliza el movimiento, en el poder en la Franja de Gaza, para la ola de ataques que golpea la zona desde octubre de 2015.
Por su parte, el FPLP, en un comunicado, informó que Bara Ata, de 18 años, Osama Ata, de 19, y Adel Ankouch, de 18, llevaron a cabo el ataque “en la línea directa de la resistencia y para responder a los crímenes del ocupante”.
