Tras el anuncio de Trump de un cambio de política hacia Cuba las reacciones en la Isla han suscitado el rechazo no solo del Gobierno sino de la población.
La decisión del mandatario norteamericano, Donald Trump, de condicionar y revertir el acercamiento entre su país y Cuba iniciado por su antecesor Barack Obama, ha generado decepción y despertado las alarmas en gran parte de esta nación caribeña.
Un viraje al pasado que muchos cubanos rechazan y consideran injusto debido a que durante más de dos años se habían concretado avances considerables en las relaciones políticas y económicas tras más de medio siglo de enemistad.
El Gobierno cubano reaccionó con una declaración en la que afirma que cualquier estrategia que pretenda cambiar el sistema en la isla está condenada al fracaso y opinó que Trump solo tomó decisiones que favorecen los intereses políticos de una “minoría extremista” de origen cubano.
Para el experto, Luis Suárez, la nueva política de Trump, vuelve a desconocer al Gobierno de la isla como legítimo y recrudece el bloqueo económico como elemento de presión
Según las nuevas regulaciones las empresas norteamericanas no podrán negociar con firmas cubanas asociadas a las Fuerzas Armadas y los viajeros estadounidenses tendrán mayores restricciones para visitar la isla.
A pesar de esta nueva política hacia la isla, Cuba reiteró al Gobierno de Trump su voluntad de continuar el diálogo respetuoso y la cooperación en temas de interés mutuo así como la negociación de los asuntos bilaterales pendientes con la Casa Blanca tras el restablecimiento de relaciones bilaterales.
Raimundo Urrechaga, La Habana.
