El exclusivo colegio de varones que formó al presidente de Argentina, Mauricio Macri, y a otros integrantes del primer escalón de su Gobierno, se encuentra envuelto en un escándalo desde que un exalumno denunció haber sido víctima de abuso sexual en los años 1970.
El colegio Cardenal Newman fue fundado en Buenos Aires en 1948 por la orden católica irlandesa Christian Brothers, que se expandió por el mundo fundando y dirigiendo instituciones educativas. A mediados de los años 1990 denuncias de abuso sexual y castigos crueles empezaron a hacer eco en la prensa internacional.
Una investigación de la Iglesia Católica identificó, solo en Irlanda, 870 denuncias de abuso contra 325 miembros de la congregación religiosa, entre 1975 y 2013, según la BBC. El año pasado, en Argentina, Rufino Varela rompió el silencio sobre su historia en los pasillos del Newman en una tarde de 1977, cuando tenía 12 años. En declaraciones al diario La Nación, el exalumno describió cómo fue a parar al cuarto del capellán irlandés Finnlugh Mac Conastair, conocido como padre Alfredo.
Después de haberle contado al sacerdote, en confesión, que estaba sufriendo abusos sexuales en su hogar por parte del casero, Alfredo, que residía en la propia escuela, lo condujo a su aposento, para aplicarle su penitencia. Le infligió diez azotes al niño luego de hacerlo bajar sus pantalones y acostarse de boca abajo a una cama. Mientras le golpeaba con algo que Varela no pudo ver, pero intuye que fuera un cinturón de cuero, el párroco le tocaba las partes íntimas.
Al final, lo bendijo y dijo que aquello sería «un secreto» entre ellos y dios. Además, le ofreció un caramelo de una bolsa que tenía a la vista. Varela se fue llorando. El abuso en su casa duró tres años más, hasta que su madre logró impedir que se suicidara. El casero fue echado y el tema permaneció oculto por tres décadas.
Al enterarse de las movilizaciones para coronar el escudo del colegio tras la llegada de un ex estudiante a la presidencia de la República, Varela le escribió a la dirección de la institución sugiriendo «una corona de espinas».
El intercambio de mensajes culminó en un pedido público de disculpas desde la institución, que ya no es dirigida por los Christian Brothers, sino autogestionada por una asociación de padres desde el año 2000. El episodio animó a que otras víctimas se manifestaran. En marzo, Varela anunció la conformación de un grupo para reunir los testimonios.
De acuerdo con La Nación, la tensión explotó ese mismo mes en un reencuentro al que acudieron 40 egresados del año 1982. Durante el asado, otras cuatro personas admitieron haber sido víctimas del mismo padre.
Varela ya cuenta con 22 casos, y la Policía irlandesa ha demostrado interés en el asunto, luego de que el exalumno se contactó vía correo electrónico. El propio colegio ha reconocido al diario argentino que cinco exestudiantes se han acercado a la escuela por el mismo tema.
No es la primera vez que un caso de pedofilia sacude a los más tradicionales colegios de varones de Argentina. A principios de los 70 en el colegio religioso San Juan el Precursor, también de la zona norte bonaerense como el Newman, el maestro de plástica Peter Malenchini abusó de por lo menos nueve chicos. El caso se conoció 25 años después, cuando, en una reunión de egresados, uno de ellos contó la historia y el secreto se empezó a develar.
