El portaaviones estadounidense atracado en el puerto de Haifa (en el noroeste de los territorios ocupados palestinos) ha sido una parte importante en la campaña militar de la llamada ‘coalición contra el EIIL (Daesh, en árabe)’, tanto en Siria como Irak, pero ha atacado en reiteradas ocasiones a las fuerzas del Ejército sirio y sus aliados, que luchan contra los terroristas.
James McCall, comandante de la Sección Aérea del USS George H.W Bush, afirmó el lunes que de las 1600 incursiones llevadas a cabo en Siria e Irak, un “pequeño número” golpeó a los aliados del Gobierno sirio.
Asimismo, añadió que un caza del portaaviones fue el que derribó el pasado 18 de junio un avión de combate del Ejército sirio “después de que el Ejército estadounidense emitiera una serie de advertencias”.
En su momento, el Ejército sirio indicó que su avión de combate fue derribado cuando bombardeaba las posiciones del grupo terrorista EIIL en la zona de Al-Rasafa, en el sur de la provincia norteña de Al-Raqa.
De igual modo, en otra parte de sus declaraciones, el comandante estadounidense señaló que existe ‘mucha tensión’ con las fuerzas progubernamentales sirias en distintas partes del territorio del país árabe.
“Estamos prestando atención a las fuerzas de la ‘coalición’ sobre el terreno y garantizando su seguridad a ese respecto”, dijo McCall a los periodistas en Haifa.
La llegada del USS George H.W Bush supone la primera vez, desde 2000, que un portaaviones estadounidense atraca en los territorios ocupados. Además, su arribo ha coincidido con los avances antiterroristas de las fuerzas sirias y sus aliados ―Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Irán y Rusia― en el país árabe.
Igualmente, la llegada del portaaviones se produce después de que Washington acusara a Damasco de ‘preparar otro ataque químico’ desde la base aérea de Al-Shairat (oeste). Dicha base fue blanco, el pasado mes de abril, de un ataque con 59 misiles Tomahawk, supuestamente de represalia, de EE.UU., por un ataque químico registrado en la ciudad de Jan Sheijun (noroeste de Siria), del que el país norteamericano acusó sin prueba alguna a Damasco.
El despliegue del portaaviones tras 17 años en los territorios ocupados ha reforzado la sospecha de que Washington allanaría el camino a otro ataque contra la base militar del Ejército sirio a fin de frenar sus avances.