El municipio de Al-Quds ha informado este miércoles que las nuevas unidades serán aprobadas para las regiones judías de la ciudad en la próxima reunión del comité, junto con otras 114 unidades en barrios musulmanes.
Nir Barkat, alcalde israelí de Al-Quds, también ha emitido un comunicado en el que enfatiza que la construcción de las nuevas unidades de vivienda en Al-Quds es “esencial, importante y continuará con toda su fuerza”.
Tras una posible aprobación, las nuevas unidades se convertirán en las primeras que serán construidas desde que el presidente de EE.UU., Donald Trump, solicitara al primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, que limite las actividades de asentamiento.
Pese a que los Convenios de Ginebra prohíben la construcción en los territorios ocupados por parte del régimen de Tel Aviv, cerca de 600.000 israelíes viven en más de 230 asentamientos ilegales construidos tras la ocupación de Cisjordania y Al-Quds en 1967.
La construcción de asentamientos israelíes en las tierras palestinas no solo contradice las leyes y normativas internacionales, sino que siempre ha sido condenada por diferentes países y organismos internacionales.
Múltiples resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aprobadas a lo largo de varios años, han confirmado que los asentamientos israelíes de Cisjordania violan el derecho internacional. La más reciente fue la resolución del Consejo de Seguridad del ente internacional que instó al régimen de Tel Aviv al cese inmediato de todas las actividades de asentamiento en los territorios palestinos ocupados desde 1967.
Pese a tales resoluciones, el régimen israelí ha reforzado su voluntad de expandir los asentamientos y su apoyo a estos en los últimos meses anunciando planes para la construcción de miles de viviendas en la mencionada región oriental de Palestina.