La ONG Somos Defensores, contabiliza, a junio de 2017, el asesinato de 51 líderes sociales en Colombia (uno cada 3 días y medio) ocurridos principalmente en los territorios donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP) hacía fuerte presencia y se ha desmovilizado, como son Cauca, Valle y Nariño.
La información se extrae del mapa de riesgo de 2015 de la Misión de Observación Electoral (MOE) y reseñada por el diario colombiano, El Tiempo.
“De ellos, 86% murieron a manos de desconocidos. Los demás crímenes se les atribuyeron a presuntos paramilitares, supuestos miembros de la Fuerza Pública e incluso a guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN)”, explica el informe.
El informe señala que desde finales de 2015 se incrementaron las agresiones a líderes sociales, pero destaca que a partir del 26 de agosto de 2016, cuando se dio a conocer el Acuerdo Final, en distintas regiones del territorio nacional arreciaron las amenazas y atentados. “Especialmente aquellos que desarrollan actividades asociadas a la defensa de sus territorios, de oposición a proyectos extractivos y particularmente, en relación con aquellos dedicados a hacer pedagogía para la paz y a apostar por la construcción de la paz territorial”, asegura el texto.
Preocupan también los ataques a minorías, como los líderes Lgbti o los defensores de los derechos de los afrodescendientes y de los indígenas, que reúnen el 25% de los casos presentados en 2017.