Nicolas Boeglin
Durante una reunión que Rusia organizó en la sede de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), en La Haya, el 26 de abril de 2018, para dar a conocer los testimonios de varias personas [1] sobre el ataque químico supuestamente perpetrado en Duma por las fuerzas armadas sirias, los representantes de Estados Unidos, Francia y Reino Unido, junto a los de otros 14 países miembros de la OPAQ (que cuenta 192 Estados miembros) hicieron circular una declaración conjunta que denuncia la iniciativa rusa en términos inusitados [2].
Como todos saben, en relación con el tema sirio, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido están convencidos, a pesar de la ausencia de pruebas y de investigación in situ, de que las autoridades sirias son responsables del uso de armas químicas en el incidente de Duma. Otros, sin embargo, esperan primero a ver los resultados de la investigación que la OPAQ debe realizar en el lugar de los hechos. Esta lucha entre la certeza de unos y la incertitud generalizada ha causado serias turbulencias, como veremos en las siguientes líneas.
De los 192 Estados miembros de la OPAQ, sólo 17 firman la declaración contra la presentación de los testigos oculares
La OPAQ cuenta 192 Estados miembros, el único Estado del mundo que no es miembro de la OPAQ es Israel. Salta a la vista de inmediato que ningún Estado de África, de Asia ni de América Latina aceptó firmar la declaración conjunta del 26 de abril de 2018 y que en Europa sólo aceptaron firmarla Alemania, Dinamarca, Italia, Islandia y los Países Bajos, así como Bulgaria, Polonia, la República Checa, Eslovaquia y los tres Estados bálticos. Australia y Canadá vienen a completar la lista de los 17 países que firman la declaración conjunta.
Esa declaración conjunta llega precedida, al menos en el sitio web oficial de la diplomacia francesa, de un texto que cita al delegado de Francia ante la OPAQ utilizando un tono y expresiones bastante inusuales en comunicados oficiales. Su lectura permite comprender que Francia y sus aliados anglosajones no están de acuerdo en lo absoluto con el paso que dio Rusia y que han juzgado útil y oportuno alzar el tono, aunque eso signifique innovar en materia de diplomacia.
Como afirmó el representante de Francia ante la OPAQ, señor Philippe Lalliot, esta reunión no fue más que una mascarada sórdida:
«No es sorprendente de parte del gobierno sirio, por tratarse para él sólo de una obscenidad más, después de haber masacrado y utilizado gases contra su propio pueblo desde hace más de 7 años. Tendrá que rendir cuentas. De eso nos ocuparemos. Es más sorprendente de parte de Rusia, que no puede esperar engañar a alguien con una maniobra tan burda.»
Tenemos que señalar que esta declaración conjunta no aparece en el sitio web de la diplomacia alemana, como tampoco aparece en el sitio web de la diplomacia danesa, ni en el de la italiana o la canadiense. Quedaremos agradecidos a nuestros lectores conocedores de las lenguas eslavas si tienen a bien indicarnos qué Estados del este de Europa procedieron a la difusión de esa declaración, lo cual nos permitiría evaluar mejor la importancia del sostenido esfuerzo de divulgación de ese documento que hizo Francia, en relación con los demás firmantes. También es importante destacar que las referencias a esta declaración publicadas en la prensa son poco numerosas.
El contexto de esta declaración conjunta
Recordemos que, después del bombardeo aéreo que Estados Unidos, Francia y Reino Unido realizaron contra Siria el pasado 13 de abril [3], diversos sitios y análisis pusieron en duda que Siria fuese responsable del incidente de Duma y denunciaron el verdadero «fiasco» que fue la operación [de bombardeo] en el plano militar. Mientras tanto, buena cantidad juristas concluyeron sus análisis reafirmando la ilegalidad del bombardeo a la luz del derecho internacional y de lo que dispone la Carta de las Naciones Unidas en cuanto al uso de la fuerza armada. Rusia, por su parte, denunció el hecho de que se acusara a las autoridades sirias sin tener la menor prueba de su responsabilidad directa en el uso de armas químicas y encontró varios elementos que parecen demostrar que el incidente de Duma sólo es un montaje.
En materia de derecho, un análisis de los profesores Olivier Corten y Nabil Hajjami, titulado El bombardeo de Estados Unidos, Reino Unido y Francia contra Siria: ¿Bajo qué justificaciones jurídicas? [4], resalta:
«Dicho esto, a fuerza de multiplicar los precedentes en los que pura y simplemente el derecho internacional se deja de lado en nombre de imperativos morales o políticos que uno mismo define e interpreta, la norma misma tiende a perder nitidez, si no a desaparecer.»
Violar el derecho internacional pretextando defenderlo: una apuesta peligrosa
En el texto de la declaración conjunta podemos leer que para los 17 Estados que la firman «obstrucción, propaganda, desinformación son intentos tendientes a afectar el marco multilateral».
Esta frase hará reír a los numerosos especialistas que denunciaron la acción unilateral cometida (por 3 Estados que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad [de la ONU]) en violación de las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas. En relación con esta última, vale la pena destacar que después de los atentados perpetrados en París, en 2013, Francia presentó ante el Consejo de Seguridad un proyecto de resolución que omitía toda referencia a la Carta de la ONU. En aquel momento señalamos que:
«Francia, en este sentido, sorprendió a muchos observadores al presentar, después de los atentados de París, un proyecto de resolución al Consejo de Seguridad sin ninguna mención sobre la Carta de las Naciones Unidas en el dispositivo del texto, lo cual constituye para la diplomacia francesa una gran innovación, que merece señalarse.» [5]
Desde el punto de vista político, está claro que los tres Estados autores del bombardeo del 13 de abril, al asociarse de esa manera (sin esperar a disponer de los elementos probatorios verificados y verificables) perdieron la poca credibilidad que aún podían conservar en el Medio Oriente, sobre todo en el caso de Francia. En cuanto a la fecha escogida para lanzar su ataque tripartito del 13 de abril, esa fecha coincide con la llegada a Siria del equipo enviado por la OPAQ para investigar el incidente de Duma.
Sobre ese detalle y otros más, el lector puede remitirse a nuestro artículo sobre las reacciones oficiales de los países de América Latina sobre el bombardeo contra Siria [6].
Bombardeos ilegales contra Siria basado en informes de servicios secretos
La ausencia de pruebas que demuestren la responsabilidad de Siria en los diversos incidentes donde se alega el uso de sustancias químicas ha dejado de ser un obstáculo para la realización de bombardeos aéreos contra Siria. Esto ya quedó demostrado con el bombardeo estadounidense de abril de 2017, realizado en solitario.
Es importante señalar que, después de aquel bombardeo realizado por Estados Unidos en abril de 2017, un informe de los servicios secretos de Francia (anunciado sólo días antes de la primera vuelta de la elección presidencial [francesa]) [7] se unió a las conclusiones de sus homólogos estadounidenses [8]. El anuncio oficial de «pruebas irrefutables contra Siria» por parte de Francia se hizo sólo días antes de la primera vuelta de las elecciones, el 19 de abril de 2017.
A modo de conclusión
No está de más recordar que en septiembre de 2013, Francia estuvo a punto de declarar la guerra a Siria. El cambio de último momento del presidente Barack Obama obligó entonces a revisar el dispositivo militar de Francia [9]. En la nota anteriormente citada puede leerse: Miércoles 4 de septiembre, el día del debate previsto en la Asamblea Nacional, [el presidente] Francois Hollande convoca a sus principales ministros y colaboradores para un consejo restringido, a las 11:30 horas en el palacio del Elíseo. «El presidente insiste en la necesidad de aportar informaciones de origen francés para validar una argumentación de 4 puntos, cuenta un testigo: es un ataque químico, masivo, contra civiles, orquestado por el régimen de Bachar al-Assad.»
La declaración conjunta del 26 de abril de 2018 parece confirmar que, casi 5 años después, Francia sigue manteniendo la misma estrategia en Siria y que ha encontrado en Estados Unidos un socio dispuesto a acompañarla, con ayuda de informes de los servicios secretos.
Todo intento por demostrar algo que no sea la responsabilidad directa de las autoridades sirias, le parece inoportuno y debe ser combatido y son bienvenidos todos los Estados que se presten a ello.
[1] «17 testigos oculares desmienten ante la OPAQ el “ataque químico” de Duma», Red Voltaire, 27 de abril de 2018.
[2] «Déclaration conjointe de l’Allemagne, l’Australie, la Bulgarie, le Canada, le Danemark, l’Estonie, des Etats-Unis d’Amérique, de la France, l’Islande, l’Italie, la Lettonie, la Lituanie, des Pays-Bas, de la Pologne, la République tchèque, du Royaume-Uni de Grande-Bretagne et d’Irlande du Nord et de la Slovaquie », Réseau Voltaire, 26 de abril de 2018.
[3] Para Estados Unidos, el bombardeo fue el 13 de abril de 2018. Pero, debido a la diferencia de husos horarios, en Siria ya era la madrugada del 14 de abril. Nota de la Redacción.
[4] «Les frappes des Etats-Unis, du Royaume-Uni et de la France en Syrie: quelles justifications juridiques?» por Olivier Corten y Nabil Hajjami, Centre de Droit international, Université libre de Bruxelles, 20 de abril de 2018.
[5] «Contre une invocation abusive de la légitime défense face au terrorisme», Nicolas Boeglin, Dommages civils, 20 de julio de 2016.
[6] «“Yo sospecho, tú sospechas… nosotros bombardeamos”: a propósito del bombardeo realizado por Estados Unidos, Francia y Reino Unido en Siria y las reacciones oficiales suscitadas en América Latina», Nicolas Boeglin, Derecho internacional, 26 de abril de 2018.
[7] «Évaluation française de l’attaque chimique de Khan Cheikhoun», Réseau Voltaire, 26 de abril de 2017.
[8] «Armes chimiques en Syrie: à propos du rapport des services de renseignements français», Nicolas Boeglin, Derecho internacional, 26 de abril de 2017.
[9] «L’été où la France a presque fait la guerre en Syrie (3/3)», Benjamin Barthe, Nathalie Guibert, Yves-Michel Riols y Christophe Ayad, Le Monde, 15 de febrero de 2014.