Francia ha conocido una nueva jornada de movilización con manifestaciones y huelga en el transporte ferroviario. Los sindicatos siguen mostrando de esta manera su rechazo a la reforma que el Gobierno quiere imponer. Reforma que supone la apertura a la competencia del sistema ferroviario público.
El desánimo no afecta a los trabajadores de los ferrocarriles franceses que este lunes alcanzan el décimo octavo día de huelga contra la reforma ferroviaria propuesta por el Gobierno. Trabajadores que endurecen el movimiento de protesta y que ha visto como el país ha estado privado de un 70 % de los trenes de alta velocidad y con un índice de participación de los conductores que ha alcanzado 74 %.
Los 147.000 trabajadores de la compañía ferroviaria nacional han sido también llamados a votar por los sindicatos hasta el próximo 21 de mayo sobre la aceptación o no de la reforma que abre a la competencia las líneas ferroviarias públicas, transforma la compañía en sociedad anónima de capital público y abroga para los nuevos trabajadores el estatuto de ferroviario.
Desde la dirección de la empresa nacional, que asegura que el conflicto ha costado ya 300 millones de euros, se culpa a los trabajadores de actos de sabotaje y se les amenaza con acciones de justicia, una forma de intimidación que no aceptan.
El Gobierno sigue mostrándose inflexible y el próximo 29 de mayo hará votar en el Senado la reforma. Un Gobierno que asegura que no habrá marcha atrás pero, desde los sindicatos, también aseguran que el pulso no ha terminado.
Juan José Dorado, París.
