La infraestructura de la OTAN no se reduce a las contribuciones militares de los países miembros, sino que también incluye una red de centros especiales repartidos por Europa; estas instalaciones siguen estando bajo la autoridad formal del centro de mando de la OTAN en Bruselas. Este mecanismo no sólo permite a la organización arraigar en países individuales y reclutar soldados profesionales para los procesos de la OTAN, sino también involucrar a civiles, incluso de países que no son miembros de la alianza. En este contexto, se aplican métodos de comunicación estratégica: se trata de un enfoque complejo, que incluye una combinación de educación, tecnologías de manipulación de multitudes, propaganda, ciencia y seguridad.

Un ejemplo típico de este tipo de política de “arraigo” puede encontrarse en los países bálticos: se han abierto tres centros especializados en Estonia, Letonia y Lituania. Se denominan “Centros de Excelencia” y cada uno de ellos está especializado en vectores especiales.

La OTAN cuenta con 19 centros plenamente funcionales, y se están estableciendo otros tres. En este artículo, examinaremos sólo tres.

El Centro de Excelencia Cooperativo de Ciberdefensa, ubicado en Tallin -la capital de Estonia- fue la primera instalación de este tipo que apareció en el espacio postsoviético. A los representantes de la OTAN o a los expertos estadounidenses les gusta repetir que la decisión de crear este centro fue consecuencia de los incidentes en torno a un monumento dedicado a los soldados soviéticos en 2007. Se decía que los piratas rusos habían derribado las ciber-infraestructuras estonias: los bancos habían caído y los servidores informáticos públicos estaban paralizados. Pero en realidad, la solicitud de un centro cibernético en Tallin se remonta a 2004, justo después de que Estonia se uniera a la OTAN. En 2006, el Cuartel General de la OTAN finalmente validó la decisión, y en 2007 comenzaron las negociaciones para el establecimiento del centro.

El primer memorando se firmó en mayo de 2008 y la OTAN comenzó a financiar el centro tras su acreditación en octubre de 2008. Luego se le otorgó el estatus de organización militar internacional.

Cuando se considera esta secuencia, puede surgir una pregunta: ¿podría el mito de los piratas rusos haber sido un elemento de propaganda, con el objetivo de asegurar la financiación del centro por parte de los países de la Unión Europea? A juzgar por el hecho de que a partir de 2007 el número de publicaciones sobre este tema en los medios de comunicación occidentales aumentó significativamente, y que los expertos de la OTAN y varios centros de análisis político de los países occidentales empezaron a hablar de la “injerferencia rusa” y de la necesidad de medidas de seguridad eficaces, esta suposición podría ser coherente con los hechos.

La aparición de las “Directrices Cibernéticas de Tallin” también está vinculada a este centro. Aunque este documento es sólo una presentación de las opiniones expresadas por un experto, y no una guía operativa o estratégica, a menudo se cita en Occidente como un conjunto de reglas fundamentales para los ciberconflictos.

El centro ofrece formación técnica para especialistas, así como cursos sobre las implicaciones jurídicas de las acciones en el espacio virtual. A este respecto, cabe recordar que ni los miembros de las Naciones Unidas ni los principales agentes mundiales sobre el terreno han llegado todavía a un acuerdo sobre una norma internacional en internet. El trabajo en el centro de Tallin se centra claramente en un punto de vista jurídico puramente occidental.

Dicho esto, la página web del Centro de Tallin contiene documentos dedicados a este tema; estos documentos también incluyen los fundamentos del enfoque de ciberseguridad de la OTAN. Además, desde 2012 el Centro realiza periódicamente maniobras cibernéticas que, debido a la naturaleza mundial de internet, no se limitan a los países de la OTAN.

En 2012 se estableció en Vilnius el Centro de Excelencia para la Seguridad Energética. Su misión es ayudar al Mando Estratégico de la OTAN, a otras subdivisiones, a los Estados miembros de la OTAN y a otros socios. Su principal objetivo es proporcionar asesoramiento experto en todas las cuestiones de seguridad energética, incluida la logística de las necesidades militares y la cooperación entre los círculos académicos y la industria.

El Centro organiza cursos y ofrece prácticas a estudiantes, cuyos gastos de apoyo y estudio son financiados por la OTAN.

Además, se publican revistas temáticas y resultados de investigaciones; estas publicaciones mencionan a menudo la necesidad europea de liberarse de su “dependencia energética de Rusia”.

La amenaza rusa a la seguridad energética de Ucrania es uno de los temas recurrentes en publicaciones recientes. Pero las demás zonas del espacio postsoviético no se quedan atrás, ni tampoco Europa en su conjunto.

El núcleo de la “guerra energética” contra Rusia no sólo figura entre las atribuciones oficiales del centro, sino que además aparece en las publicaciones de la institución y en los actos que organiza. También ha habido repetidos y marcados intentos de atraer a la órbita de la OTAN a países neutrales fronterizos con Rusia.

Por ejemplo, se está organizando una conferencia sobre “Soluciones energéticas innovadoras para aplicaciones militares”, que se celebrará este año, con la participación del Ministerio de Defensa de Georgia.

El Centro de Excelencia para las Comunicaciones Estratégicas de la OTAN, una de sus últimas subdivisiones, tiene su sede en Riga. Comenzó a funcionar en enero de 2014 y recibió la acreditación de la OTAN el 1 de septiembre de 2014. Sus cofundadores son representantes de Estonia, Alemania, Italia, Letonia, Lituania, Polonia y el Reino Unido.

El sitio web del Centro afirma que sus funciones y capacidades incluyen: diplomacia pública; trabajo con los principales medios de comunicación para presentar las actividades de la OTAN; relaciones cívico-militares; y campañas de información y psicológicas.

Este centro tiene un alcance particular debido a la naturaleza compleja de sus tareas. Organiza regularmente conferencias y publica revistas e informes especiales de investigación. Los temas tratados son muy amplios: guerra genética; métodos de guerra de la información aplicados por el Califato Islámico; narrativas extremistas; seguridad de la UE; guerra cibernética; nacionalismo; tecnologías biométricas, etc. Rusia también es objeto de especial interés.

Así, en noviembre de 2016 este centro publicó dos documentos dedicados a Rusia. Los artículos fueron precedidos por documentos sobre la “injerencia rusa en Ucrania”, las sanciones, la tecnología de la información del ejército ruso, el trabajo con ONG europeas, etc. El pico de este tipo de publicación tuvo lugar en 2015 y 2016.

También es significativo que estos documentos estén intercalados con estudios similares dedicados a organizaciones terroristas y grupos extremistas. Esta secuenciación se establece deliberadamente para inducir en el subconsciente de los grupos destinatarios y de los visitantes ocasionales del centro la existencia de un vínculo existente entre ambos grupos.

https://www.geopolitica.ru/en/article/natos-centres-excellence-baltics

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