Iraq ha unido sus voces a las de Palestina, Líbano, Irán, Turquía, Qatar, EAU y muchos otros países para condenar la reciente aprobación del parlamento israelí (Knésset) de una ley que define a ese país como el Estado-nación del pueblo judío.
Esa normativa ‘afianza el racismo y socava cualquier esperanza para impulsar el proceso de paz y la causa palestina’, señala un comunicado de la cancillería iraquí.
Asimismo, subraya que la iniciativa viola las convenciones internacionales relativas a las colonias judías en los territorios ocupados palestinos.
Esa legislación declara a Israel como ‘hogar nacional del pueblo judío’ y a Jerusalén como capital del país, una propuesta rechazada por la comunidad internacional.
También elimina al árabe como lengua oficial, estatus que hasta la fecha compartía con el hebreo.
Tras su aprobación numerosos países, en especial los musulmanes, e instituciones internacionales levantaron su voz para protestar contra el proyecto.
