En el 2018, más de mil niños han muerto en Siria a consecuencia de las acciones terroristas. Foto: elespanol.com

Puede ser hoy martes, mañana o cualquier otro día. Pero lo que está claro –y denunciado internacionalmente–, es que un nuevo ataque químico contra la población de Siria se está fraguando bajo la inspiración y el dinero de Washington y la ejecutoria de los terroristas. Luego de la agresión, rápidamente se correrá la noticia e, incluso, las filmaciones para «informar» al mundo que ha sido el ejército sirio quien ha usado esas armas prohibidas, contra civiles.

Las provocaciones están siendo preparadas por los terroristas del Frente al Nusra en la provincia de Idleb, denunció el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, el mayor general Igor Konashenkov, y se usaría como pretexto para incursiones aéreas estadounidenses, británicas y francesas contra objetivos sirios, agregó Konashenkov. El USS The Sullivans, un destructor de misiles guiados Aegis clase Burke, ya ha sido desplegado en el Golfo Pérsico hace un par de días, dijo. Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso confirmó que el destructor tiene 56 misiles crucero a bordo.

Vale recordar que similar acción con armas químicas fue realizada recientemente por los terroristas en la zona de la Guta Oriental siria, en la que estuvieron vinculados, como ahora, los Cascos Blancos.

El asesor de seguridad de EE. UU., John Bolton, advirtió hace pocos días a Damasco de «una seria respuesta» de EE. UU. y sus aliados si «usa armas químicas», en lo que ha sido visto como una invitación a los grupos terroristas para que las utilicen y dar así una excusa para lanzar otro ataque contra Siria.

De acuerdo con agencias de prensa árabes, estas peligrosas iniciativas se producen cuando el ejército sirio, con la colaboración de Rusia e Irán, da una batida final a los grupos terroristas que durante los últimos cinco años han matado a medio millón de personas en esa nación.

Elementos de los Cascos Blancos, cuya cooperación con los terroristas ha sido probada repetidamente, se han mostrado muy activos en los últimos días en la provincia de Idleb, en el noroeste sirio, informó Fars News.

Simultáneamente con las acciones de los Cascos Blancos, se reciben informes de que grupos extremistas se preparan para llevar a cabo un ataque químico en una zona situada entre Yisr al Shugur y el noreste de Latakia, reportó Sputnik.

El presidente sirio, Bashar al-Assad, dijo el domingo al diario británico The Mail que Londres apoya abiertamente a los Cascos Blancos, un grupo afiliado al Frente al Nusra.

Durante todos los años de guerra contra Siria, los Cascos Blancos organizaron falsos ataques químicos en áreas donde el ejército sirio había rodeado a los terroristas, en un intento por salvarlos.

Medios libaneses señalan que en lo que va del año 2018, más de mil niños han muerto en Siria a consecuencia de las acciones terroristas y los bombardeos norteamericanos. Más ilustrativo y doloroso aún: según Almayadeen, muere un niño cada una hora desde que comenzó el año.

Elson Concepción Pérez

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