Los líderes de Corea del Norte y del Sur, en su tercera cumbre, acordaron convertir a la península en una tierra de paz, sin armas y amenaza nucleares.
Tras un viaje de tres días al vecino norteño, el presidente surcoreano, Moon Jae-in, se mostró satisfecho por los compromisos de su homólogo norcoreano, para una desnuclearización total en un corto periodo de tiempo.
El líder norcoreano, Kim Jon-un, a su vez, calificó de constructivo su tercer encuentro con su par sureño.
La reunión intercoreana, en una demostración de unidad, terminó con una visita conjunta al Monte Paektu, el pico más alto de la península, que es considerado como el potencial símbolo de la reconciliación política y social entre las Coreas. Esa visita se efectuó un día después de que el mandatario norcoreano aceptó cerrar el sitio de pruebas de motores de misil y el paso de disparos de Tongchang-ri, en presencia de expertos internacionales. Además, habló del desmantelamiento de su complejo nuclear de Yongbyon, en caso de que Washington toma las medidas correspondientes.
Ante la postura de Pyongyang para disminuir las tensiones en la región, Japón también mostró su disposición para reunirse con Kim Yong-un, a fin de resolver los problemas entre ambos países.
