Los trabajadores indios de la automoción llevan un mes de movilizaciones y actualmente están en huelga. El martes por la mañana la policía india detuvo a 2.000 de ellos cuando participaban en una reunión sindical.

Los huelguistas detenidos, que trabajan en las plantas de Yamaha India, Royal Enfield y Myoung Shin India Automotive (MSI), fueron detenidos en tres salones de bodas en la ciudad de Oragadam y fueron liberados sin cargos por la noche.

La redada policial tuvo lugar cuando los trabajadores marcharon en manifestación hacia la delegación del gobierno de Kanchipuram en protesta contra los recortes salariales, las condiciones laborales y la represión de los sindicalistas.

La reunión había sido convocada por la Central de Sindicatos Indios (CITU), dirigida por el Partido Comunista de la India (Marxista) o CPM, aunque el Consejo Sindical de la Clase Obrera, dirigido por los maoístas, también participó en la protesta.

La masiva represión policial forma parte de un ataque de más envergadura contra los trabajadores, impuesta por las multinacionales automovilísticas, el gobierno central, los partidos de la oposición oficial y las instituciones públicas, incluidas la policía y los tribunales.

Durante el último mes, los trabajadores en huelga han sufrido redadas policiales, intentos de reprimir sus manifestaciones y repetidas y masivas detenciones.

A principios del año pasado, 13 trabajadores indios fueron condenados a cadena perpetua en el estado de Haryana por organizar un sindicato independiente que encabezó una lucha contra los recortes salariales de la multinacional japonesa Suzuki.

La semana pasada, un tribunal de Haryana desestimó una demanda presentada por los trabajadores para ser liberados bajo fianza hasta que se resuelva el recurso que tienen interpuesto.

Los trabajadores de MSI comenzaron la lucha hace 50 días y el resto (Yamaha India y Royal Enfield) durante el último mes.

Los trabajadores de Yamaha salieron para exigir la reincorporación de dos compañeros despedidos que estaban organizando la Asociación de Trabajadores Automotrices de Yamaha, un sindicato confederado a la CITU. Las luchas de Enfield y MSI surgieron por la represión de los trabajadores que intentaban crear sindicatos y mejoras salariales.

Los trabajadores también se enfrentan a la amenaza de despidos, en medio de un ataque más amplio de la patronal. En septiembre la dirección de la empresa Honeywell, que también se encuentra en la zona industrial de Oragadam, despidió a los trabajadores, con solo dos meses de salario en concepto de indemnización.

Alrededor de 800 trabajadores de Yamaha India, 1.500 de Royal Enfield y 200 de MSI participaban en el mitin del martes.

Hace una semana, la CITU exigió la intervención de un tribunal para evitar que las empresas automotrices redujeran sus plantillas.

El sindicato de los trabajadores de Maruti Suzuki ha asegurado que los tribunales de India funcionan como despiadados defensores de las grandes empresas contra los trabajadores.

El gobierno del estado de Tamil Nadu, al que apela la CITU, está encabezado por All India Anna Dravida Munnetra Kazhagam (AIADMK), que tiene un largo historial de ataques a los derechos de los trabajadores.

AIADMK está respaldando al gobierno central reaccionario del primer ministro Narendra Modi, que está expandiendo el trabajo en negro, en un contexto de un asalto a los derechos de los trabajadores y para atraer inversores extranjeros.

Kathir, una trabajadora de Yamaha India de 27 años, dijo: “Nuestra principal demanda es la reincorporación de dos trabajadores despedidos. También pedimos el reconocimiento de nuestro sindicato”.

“Queremos un aumento de sueldo. Yo solía trabajar en otra empresa de automóviles. Me uní con la esperanza de convertirme en una trabajadora fija. Aunque ahora soy fija, mi salario es muy bajo. La mayoría de las empresas de motocicletas proporcionan salarios [mensuales] con un pago inicial de solo 25.000 rupias”, que son el equivalente de 340 dólares.

“El gobierno hostiga a los trabajadores para obligarnos a obedecer las reglas de la empresa. Sólo entonces nos dejarán volver al trabajo. Estamos decididos a continuar la lucha por nuestros derechos”.

Selvam, otro trabajador de Yamaha en India, dijo: “Tenemos derecho a formar un sindicato. Continuaremos la lucha por la reincorporación de todos los trabajadores despedidos”.

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