El cine español es una mafia donde siempre actúan los mismos actores dóciles al poder. Aún no ha tenido cojones de hacer una película OBJETIVA sobre la Guerra Civil española, y eso se debe a que está prohibido por el régimen diabólico de Madrid. Y sus cobardes directores lo acatan sin rechistar.
Es una vergüenza- una conciliación con los criminales-, ubicar en un mismo plano a la victima y al verdugo “Los dos bandos fueron iguales” siempre es su mensaje, descarado o entre líneas.
Que le hablen de esa “igualdad” comparativa a los familiares de los 150 mil enterrados en las cunetas con un tiro en la nunca, cunetas a las que podríamos definir como “la mayor fosa común del mundo”
En eso sí que los vencedores fueron los “mejores”.